El valor de Román y el arte de Galván

EMILIO GÓMEZ
POZOBLANCO

Román Collado y David Galván son dos truenos que estarán el sábado de feria en Pozoblanco. Son dos toreros distintos a los que la vida les ha unido por su profesión. Zabala de la Serna le hacía una entrevista a Román quien hablaba de su cogida en Madrid “Pensaba que me moría, era una sensación incluso placentera”. Poco antes un toro de Baltasar Ibán lo había puesto boca abajo y lanzado como un papelillo de feria. Ese titular impactó a todos los vivos que no saben si la muerte duele. Él decía encontrarse a mitad de camino. Se quedó porque tenía muchas corridas que torear. Eso sí lo de él fue todo un milagro que se puede contar. Desde entonces, se considera un ser afortunado. 

Román.


Román Collado estará en la feria de Pozoblanco. Es un loco bendito. Es un abanto. Lo suyo es algo más que valor. Ahí está para lo que le echen. La corrida que tendrá en Pozoblanco será grande y exigente. No le asusta. Lo suyo es la verdad sin tapujos en cada muletazo. Una ambición desmesurada. Sabe que cada corrida es una batalla con una apuesta permanente y el riesgo máximo. Él se pasa los pitones por los muslos y se olvida del cuerpo. Se deja llevar por el alma aunque su desafío acongoje a una plaza entera. Dicen que “a los toreros se les va el dolor por las heridas”. No pensó en Román quien creara esta frase. Cierto que llegó después pues es un torero joven pero, en cualquier caso, él no ha perdido valor a pesar de sus numerosos partes de guerra. No entiende la vida de otra manera. La épica como recurso aunque los toros, a veces, le salten por encima. Se la juega. Como los valientes. 

Román.


Sabemos que no se va a arrugar. Nunca lo hace. Capaz de torear lo más complicado (lo que otros no hacen): toros grandes, con cara, astifinos, ásperos, duros, a la contra, sin romper, ariscos. Siempre tira de actitud, valor, disposición y entrega. Es un gladiator con alma de torero. 

Galván.


Con él estará David Galván, quien tiene el toreo metido en la cabeza. Cuando le sale el toro es como si toreara a cámara lenta. Paladear el arte de Galván es apasionante. Su despaciosidad abruma. Tiene buen gusto. Él hace un ejercicio de expresión interior. La muleta le baila por abajo. Es cierto que le ha faltado suerte para estar más arriba pues algunos fallos le han condenado. Los toros le han pegado mucho. Es un torero soberbio que dice cosas con el capote y con la muleta. Personalidad y duende. Se ve en la plaza que es torero. Al menos se comporta como tal. Y eso le hace grande. Dicen que todavía no ha roto lo que tiene que romper. Estoy de acuerdo. 

Galván.


David Galván reaparecerá en Pozoblanco, El diestro gaditano regresará a los ruedos el próximo 28 de septiembre en Pozoblanco, tras haber perdido una docena de contratos desde el día de su lesión. El gaditano sufrió el pasado 16 de agosto una fractura de radio en la localidad riojana de Alfaro que lo ha tenido alejado de los ruedos hasta el próximo 28 de septiembre en el Coso de Los Llanos. Galván hará el paseíllo junto a Manuel Escribano y Román, para estoquear una corrida de Manuel Blázquez. De Escribano hablaremos otro día. 


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