Entrevista a Manuel López, ex-futbolista



“La vida y el fútbol están llenos de casualidades”

EMILIO GÓMEZ
POZOBLANCO


Manuel López recibirá mañana un homenaje en el Carranza, antes del partido entre el Cádiz y el Girona.

Manuel López recibirá mañana un homenaje en el Carranza, antes del partido entre el Cádiz y el Girona.

López guarda muchos recuerdos de su época de futbolista. Muchos de ellos los tiene en Cádiz, que fue el equipo donde más años jugó, de ahí que cada verano vaya allí a pasar unos días. Este año quiso ir a ver el estadio con su esposa, su hijo y nuera. En la puerta del estadio le dijo a los suyos que no lo dejarían entrar pues era día de diario y habían pasado muchos años de su época en la tacita de plata. Sin embargo, alguien del club lo reconoció, Miguel Cuesta, quien le contó una historia preciosa cuando lo vio.

“¿Eres López, verdad? Nunca se me olvidará tu cara. Tú jugabas en  los 60 en el Cádiz, eras ídolo nuestro y te buscábamos siempre en el bar donde ibas a comer, El Anteojo. Allí cuando nos veías te parabas con nosotros y jugabas un partidillo en la plaza de Mina. Siempre nos invitabas a una Coca Cola”, le dijo Cuesta quien le comentó que incluso fue a buscarlo a Pozoblanco porque sabía que trabajaba en el Banco Hispano. Sin embargo, escogió un día de feria y no encontró a López. Tanta satisfacción le entró al consejero gaditano del Carranza cuando lo vio esta semana, que le invitó al partido del Cádiz-Girona de este sábado donde se le reconocerá a López su labor en el Cádiz de aquella época y además se le ha invitado a actos con el club. Entre ellos una comida con el antiguo presidente cadista y miembros de la entidad.

López Rodríguez jugó en equipos históricos como el Cádiz, Hércules de Alicante y Córdoba (en Primera División). Tiene 76 años. Él dice que ya es más viejo que el paloduz. Se le ha pasado la vida corriendo aunque se ha divertido en ella. Fue un niño al que le gustó jugar en la calle con lo que hubiera. Si era un balón, mejor. Se inició en La Cultural, un equipo de barrio en Córdoba el que empezó a dar sus primeros pasos en el balompié. Luego llegaría el Córdoba CF  cuando era juvenil y de ahí al Atlético Cordobés con el que debutó en Tercera División. Era un medio volante muy completo. 

Se vio que podía ser futbolista muy pronto. Y lo fue. El Cádiz le abriría una etapa imborrable en su trayectoria deportiva. Estuvo seis temporadas. Entró en 1965 y estuvo hasta que en 1970 fichó por el Hércules. Llegó a ser el capitán amarillo. Cinco temporadas en Segunda División y una en Tercera. Por entonces no existía la Segunda B, aunque hubo una campaña en la que se hicieron dos grupos de Segunda.

López adaptó su posición. Villariño lo puso de lateral derecho y rindió a las mil maravillas. El Cádiz fue juez y parte a la hora de decidir el ascenso a Primera División en la 67/68, donde la defensa gaditana tenía la fama de ser temible con López, Moreno y Soriano. Del Ramón de Carranza a Alicante para firmar por el Hércules y de ahí  al viejo Arcángel en el que López jugaría en Primera División con los Tejada, Del Bosque, Escalante, Fermín o  Sanchís. Era un jugador de  garra, que entraba fuerte a las disputas y que manejaba ambas piernas. La izquierda se la enseñó a utilizar Vavá, mítico delantero de la selección de Brasil campeona del mundo y que fue su míster en el Córdoba. López iba rápido en el corte. Y destacaba también por su carácter. No se arrugaba nunca.

Manolo nació en la plaza de la Corredera de Córdoba. Y se crió en el barrio de Trassierra.  Pero se considera pozoalbense de adopción ya que lleva 40 años en Pozoblanco. Fue director del Banco Central de Pozoblanco, posteriormente Banco Hispano. Es un amante del deporte. Todavía sale a correr y se hace casi 10 kilómetros. Ya no podrá marcar a ningún delantero como hacía antes pero se mantiene en forma, como dice él “para lo que pueda pasar”. Fue una leyenda del Cádiz y este sábado le harán un homenaje en el Carranza. La vida está llena de casualidades.


Manuel López en el césped del Carranza.



– ¿Qué ha supuesto volver a Cádiz y que, de repente, lo reciban así de bien?
– Pues una sorpresa. Cádiz ha tenido siempre un encanto especial. Yo fui feliz aquí. Esta ciudad es para vivirla.


– ¿En qué época jugó?
– Pues a mediados de los sesenta y hasta 1970. En total seis campañas fabulosas. Llegué a ser el capitán del Cádiz. Guardo muy buenos momentos y partidos.

– ¿Cómo fue encontrar a Miguel Cuesta?
– Estábamos viendo el estadio por fuera y le dije a mi mujer, hijo y nuera que me gustaría entrar y ver el Carranza. Pero sabía que había pasado mucho tiempo de mi época de jugador. No esperaba encontrar a nadie y, de pronto, salió Miguel y me reconoció recordándome los partidillos que yo echaba con ellos en la plaza de Minas cuando eran unos chavales. Yo iba allí porque comíamos en El Anteojo que lo llevaba el vicepresidente, Pepiño. Después de contarnos todas esas historias y alguna más pues surgió todo y el domingo pues estaré en el palco del estadio. Todo muy bonito.


Manuel López con su esposa en el estadio del Cádiz.


– Usted jugaba de medio volante pero se adaptó a lateral derecho.
– Así es. Vilariño me fue retrasando al lateral y la verdad es que me sentí muy cómodo. Era la época donde se jugaba con tres defensas. La del Cádiz era conocida: López, Moreno y Soriano.

– En el Córdoba juega en Primera División.
– Sí, en 1971. Antes jugué en el Hércules de Alicante. Jugar en el Córdoba era para mí una ilusión muy grande pues era donde había nacido aunque he pasado tantos años en Pozoblanco que ya soy tarugo también.

– Fue director del Banco Central de la sucursal de Pozoblanco.
– Saqué unas oposiciones de banca y me destinaron allí. Nunca había ido a Pozoblanco y mira ahora que es mi casa pues llevo cuarenta años. Mis hijos también se puede decir que son de Pozoblanco pues prácticamente han pasado la vida aquí.  Y mis nietos han nacido en Pozoblanco.

– ¿Cómo es el fútbol de ahora comparado con el de antes?
– El fútbol actual es mucho más técnico que el de nuestra época. Los jugadores de ahora son más atletas. Antes era más de fuerza con lo cual te desgastabas más. Ahora se saben dosificar para jugar dos partidos por semana. Eso sí antes había más dureza en el tema de las entradas que se hacían. Y  los balones de hoy en día favorecen más a la técnica y el golpeo que los balones de antaño. Eran durísimos y cuando llovía… ni te cuento. 


Manuel López con su familia en el Carranza.


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