La Feria antigua de Pozoblanco

ARTURO LUNA BRICEÑO




Trato de bestias.
En 1754 preguntaron al Concejo de Pozoblanco en el interrogatorio del Catastro de Ensenada que si en el pueblo existía una feria. Y contestaron: “Que también se celebra en esta villa una feria o mercado en el día de la Exaltación de la Santa Cruz que dura dos días el que no es franco y su producto por razón de alcabalas pertenece a Juan José López de Pedrajas, dueño de ellas y se incluye en el encabezamiento que con él tiene celebrado esta Villa y conceptúan montará un año con otro ciento y cuatro reales de vellón y el producto de los cuatro unos por ciento que pertenecen a su majestad. Consideran importaran veinte y seis reales de vellón en cada un año”.


Calle Jesús de Pozoblanco, año 1902.


La fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz se celebra el día 14 de septiembre. Esta era una de las dos grandes fiestas que celebraba la Cofradía de la Vera Cruz en Pozoblanco, que fue fundada por el Vicario Pero Franco, con el asesoramiento de Juan Ginés de Sepúlveda, en 1530, fecha en que se inauguró la primera ampliación de la Parroquia de Santa Catalina de Alejandría. La otra gran fiesta de esta Cofradía era la de la Invención de la Santa Cruz que se celebra el 3 de mayo.


Calle Jesús, año 1910.


Esta fiesta, al segregarse la Vera Cruz y parte de ella y la imagen de Jesús Nazareno pasaron en 1605 a formar parte de la Santa Cofradía de Jesús Nazareno. Con la imagen vino la Hermandad de los Sayones, que eran los que daban escolta al Nazareno en la procesión nocturna del Viernes Santo. Dato curioso es que se considera a la Cofradía de la Vera Cruz de Toledo la más antigua porque se fundó en 1536. Juan Ginés de Sepúlveda fue nombrado Canónigo de la Vera Cruz de la Catedral de Córdoba en 1528. Y la Cofradía de Pozoblanco fue fundada en 1530.


Iglesia de Santa Catalina, año 1910.


La Santa Cofradía de Jesús Nazareno la adoptó como su fiesta mayor y ella costeaba todos los gastos de los actos religiosos que se celebraban el día 14 de Septiembre.

La feria antigua de Pozoblanco se celebraba en la Plaza de la Iglesia, la Calle de Jesús a la Columna y zonas aledañas. La parroquia de Santa Catalina por aquellos tiempos tenía soportales en los que el Concejo celebraba los cabildos abiertos.

En otra pregunta del Interrogatorio se hablaba de las Alcabalas y a esto contestaron: “Que también se hayan por empeño enajenadas la de Real Corona la Alcabala de todo lo que se Compra, Vende y viene a vender a esta Villa y pertenece a Juan José López de Pedrajas vecino de esta Villa como poseedor del vínculo que fundó Pedro López de Puerto vecino que fue de la Ciudad de Sevilla a la que reditan anualmente Treinta mil reales de vellón por encabezamiento que esta Villa tiene hecho en dicho Juan José y que no saben en qué cantidad se empeñaron sobre que se remiten a los títulos o instrumentos que sobre ello tenga el expresado poseedor”.


Compra del Lugar de Pozoblanco por el Señor de Guadix y Compra de las Alcabalas de Pozoblanco.


Un legajo del Archivo General de Simancas, con fecha del 20 de octubre de 1558 dice: “Lo que por mandado por su Majestad se asienta y concierta con Pedro Benavides y Cárdenas, vecino y regidor de la Villa de la Ciudad de Guadix cerca de la compra de la Jurisdicción de los heredamientos de Moreda y Pozoblanco…”.


Compra del Lugar de Pozoblanco por el Señor de Guadix y Compra de las Alcabalas de Pozoblanco.


Este otro Pozoblanco era un lugar o aldea, que a decir de la escritura: “En su nombre vende de presente al dicho Pedro Benavides de Cárdenas, a él y a sus herederos y sucesores o quién de él o de ellos hubieren título y causa perpetuamente por juro de heredad para siempre jamás la jurisdicción civil y criminal, alta y baja, mero y mixto imperio de los dichos heredamientos de Moreda y Pozoblanco...que dichos heredamientos tienen un tercio de legua vulgar en largo y poco más de un tercio de legua de ancho...”.

El heredamiento granadino de Pozoblanco fue heredado por el Marqués de la Motilla, que una vez en que las Siete Villas fueron devueltas a la Corona aprovechó el documento para exigir las alcabalas de esta feria y así aparece reseñado en un margen de los documentos del Estado de los Pedroches que los marqueses del Carpio devolvieron a la Hacienda Real. Alcabalas que Pozoblanco estuvo pagando hasta que ena 1836 desaparecieron los Señoríos.


Vista de Pozoblanco, año 1915.



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