¿Qué harían los independentistas catalanes si estuvieran viviendo en nuestros pueblos?

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jueves, 31 de octubre de 2019 | 1:01 0

¿Qué harían los independentistas catalanes si estuvieran viviendo en nuestros pueblos?

EMILIO GÓMEZ

(Periodista-Director)


¿Qué harían los independentistas catalanes si estuvieran viviendo en nuestros pueblos o en otros pueblos de la geografía española donde nos falta de todo?

Dicen “España nos roba”. Y lo tienen todo. Allí tienen todas las autovías, aquí ninguna. Allí tienen todas las infraestructuras, aquí cada vez menos. Allí tienen todas las industrias, aquí muy pocas. Allí viajan en trenes y autobuses con infinidad de paradas y están conectados al mundo por todos sitios, mientras que a nosotros nos dejaron carreteras tercermundistas como comentaba Rafael García. Allí hay muchas universidades para que no se tengan que mover de su territorio, aquí los padres tienen que mandar a sus hijos fuera para que estudien. Ellos se quejan y nosotros nos callamos. Manda huevos. Es la vida misma: el que se queja es el que lo tiene todo. El mimado.

Aun así, nosotros, que nos falta de todo, no quemamos contenedores, ni banderas, ni vamos en busca de la policía a hacerle daño. Quizás por ser más reivindicativos sean de otra galaxia y lo tengan todo (materialmente hablando). Sentimentalmente están vacíos pues no quieren ni a su país (hablo de los independentistas). Se les ha caído la dignidad. Y no se dan ni cuenta. Tienen a un representante político que no condena la violencia. Han enseñado odio. Tanto que ya no pueden vivir con él y lo tienen que soltar por cada esquina. Se les ha enseñado a odiar, no solo odiar a España. A odiarlo todo. Empezaron a odiar a los españoles y ya odian hasta al vecino del quinto. Si mañana no son españoles, odiarán a otra cosa. El odio es un virus emocional. Les ha entrado y no saben cómo sacárselo.

Lo decía Ana en ABC “Cataluña ha sido la niña consentida de España”. Pues sí. Me viene a la cabeza un compañero de Instituto. En su casa era el niño mimado que tenía de todo. Le permitían que hiciera lo que quisiera. Si quería un disco que acababa de salir, no tenía nada más que pedirlo. Si quería una bicicleta nueva, se la compraban. Lo que quisiera. Les había cogido la ‘lana blanda’ a sus padres, los cuales le dieron tanto que él ya no sabía valorar nada. Y se convirtió en un monstruo.

Conclusión: En la vida es mejor tener lo justo que tenerlo todo. Cataluña es el reflejo de la vida. España ha sido esa madre consentidora que ha incubado a un hijo caprichoso, Cataluña, del que ahora es esclavo por el exceso de sus concesiones. No hay más.

Al otro lado estamos los pueblos olvidados. Tanta nobleza nos ha hecho desaparecer del mapa. Lo que me hace gracias es ver en estos días como alguna gente de nuestros pueblos defienden a los independentistas por su fanatismo político. ¿No ven que la gente que reclama la independencia lo hace porque ya no saben lo que pedir y lo piden porque siempre se lo dieron todo? Ese es el problema que el sectarismo político de un lado y del otro, no nos dejó ver la realidad. Creamos en personas y no en ideologías (estas últimas siempre son interesadas).