Homenaje al ilustre belalcazareño Fray Miguel de Medina

A. M. CABALLERO
POZOBLANCO

El pasado viernes 22 de noviembre se celebró en el Monasterio de San Juan de los Reyes de Toledo un acto de homenaje a Fray Miguel de Medina, erudito e insigne franciscano nacido en 1489 en el municipio cordobés de Belalcázar, doctor en Teología por el Colegio Universitario de Santa Catalina de Toledo, autor de varias obras ecuménicas de referencia y representante español en el Concilio de Trento, al que fue enviado por el rey Felipe II en 1562.

Por su participación destacada en el mismo, el Papa Pio IV le concedió jubileo a la parroquia de Santiago el Mayor de Belalcázar –en virtud del cual se alcanzan las mismas indulgencias y gracia espiritual que durante el Año Santo se obtiene en Roma, con la particularidad de que en Belalcázar se consiguen dichos beneficios dos días al año: el día de la Asunción de Nuestra Señora (15 de agosto) y el día de la Dedicación de San Miguel (19 de septiembre)–. Asimismo, se está investigando si es uno de los religiosos que aparecen en el cuadro “El entierro del conde de Orgaz” de El Greco.

En el acto, promovido por la asociación Turdulia y celebrado en Toledo, participaron Manuela Caballero Armenta de Medina, profesora del Departamento de Didáctica de Ciencias Experimentales, Sociales y Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid y miembro de la Asociación Cultural Turdulia Belalcazarensis. Seguidamente, fray Antonio de la Presilla Sastre, actual Guardián del monasterio, y Francisco Luis Fernández, alcalde del Ayuntamiento de Belalcázar. A continuación se impartió la conferencia “Fray Miguel de Medina, el recóndito erudito” por fray David Ortiz García, franciscano y sacerdote, para continuar con una reseña histórica efectuada por Pilar Gordillo, historiadora del Arte y guía oficial de Toledo, que disertó sobre “La razón de ser del monasterio de San Juan de los Reyes”. 

Grupo de belalcazareños junto al azulejo conmemorativo.


Finalizadas las intervenciones, tuvo lugar el descubrimiento del azulejo conmemorativo diseñado por la Asociación Cultural Turdulia y donado por el Ayuntamiento de Belalcázar, que ha sido ubicado en la sacristía mayor del monasterio, hoy entrada de visitantes y turistas que acceden al monumento. Posteriormente se realizó un recorrido por las principales estancias del mismo antes de clausurar el acto con la invitación a los presentes a una copa de vino y a la degustación de varios productos de Los Pedroches.

Al acto asistieron varias autoridades eclesiásticas, civiles y académicas. También Claudio Rodríguez, presidente de la Asociación Cultural Turdulia Belalcazarensis y Joaquín Chamero, cronista oficial de la Villa de Belalcázar, además de un nutrido grupo de belalcazareños, venidos para la ocasión, entre los que se encontraban algunos familiares del homenajeado.

Con la celebración de este acto se refuerza el lazo indisoluble entre la ciudad de Toledo y la villa de Belalcázar, unidas en la historia por la figura de Fray Miguel de Medina y ahora hermanadas para siempre con la colocación de sendos azulejos conmemorativos. 


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