La redada

EMILIO GÓMEZ
(Periodista-Director)


La drogadicción en la sociedad actual ocupa un problema considerable. O mejor dicho, muy grave. Se llevan años intentando lograr un mundo libre de drogas pero se sigue fracasando. Es un objetivo inalcanzable. Hay muchos intereses detrás de todo esto que desconocemos.

Pozoblanco y Villanueva de Córdoba vivieron una tarde frenética de redadas la semana pasada. La gente se asustaba “¿qué está pasando?”. Coches y más coches de la Guardia Civil con las sirenas encendidas, hombres con pasamontañas y armas, perros rastreadores y un auténtico ejército policial. Pillaron por sorpresa a varios individuos que se dedican al menudeo de droga. Puertas abiertas por la Guardia Civil, gente que quiere escapar por los patios y balcones.

La inquietud de los vecinos hacía que la gente saliera a la calle. Se corría la voz que venían buscando ‘droga’. Se empezaron a cortar calles. La Guardia civil acudía al barrio del Torilejo, el Paseo de Los Llanos, las inmediaciones del colegio Virgen de Luna y la estación de autobuses. Y hasta bien entrada la noche estuvieron en las viviendas del Plan 54.

¿Qué pasará ahora con las detenciones? ¿Se ha hecho la redada porque hay mucha droga aquí? Preguntas que nos hacemos todos. Hay mucha droga aquí y en todos los lugares de nuestro país. Existe la creencia de que la droga es un problema con el que no se quiere acabar. Probablemente. Lo peor de todo es que la droga destruye a jóvenes, a sus familias, a sus hijos. Conozco a padres que han vivido un infierno de vida porque sus hijos entraron en este maldito mundo de la drogadicción. Y lo hicieron cuando estos estaban en unas edades tempranas. No se puede ofrecer droga a niños o adolescentes de 15 ó 16 años. Las personas no tendrían que enriquecerse con las miserias de los demás.

El problema es que el consumo de droga se está normalizando. Se ve como normal una cosa que mata y destruye. Vivimos en una sociedad sin valores. Qué grave problema ese. Todo parece normal. El consumo de la droga se ha normalizado. Por desgracia.

La redada de la semana pasada fue un hecho aislado. Pilló por sorpresa porque no se hace habitualmente a pesar de que el tráfico del menudeo de droga está a la orden del día. Mucho hablamos de la sociedad que tenemos, de los derechos que nos recortan, de lo malos que son con nosotros, pero la realidad es que hay mucha gente se desfasa habitualmente con droga. Y lo peor, mete a otra gente en este infierno. Cada uno es libre para consumir o no droga si se tiene mayoría de edad. No se debería pero allá cada cual. Lo peor es que se ofrezca, se trafique con ella y se venda.

La cadena de producción-distribución eleva mucho el precio final de la droga. Es por ello que hay gente que se benefician y se enriquecen con la adicción de los consumidores. Se decía, en la calle, que se deberían de hacer más redadas y proteger más la salud de las personas. Pues sí. Proteger a nuestros jóvenes de unas drogas que destruyen hogares, vidas y proyectos.

Se llevan años luchando contra las drogas y el narcotráfico. No se consigue. Detrás de muchos homicidios en el mundo, delincuencia, accidentes de tráfico, delitos, suicidios, robos, violencia está la droga. Lo queramos ver o no. Tolerancia cero para la droga.

Las drogas en el ocio recreativo, en el estar “de fiesta” están siendo una moda. Hace 35 años surgieron en Pozobalnco un grupo de adictos a las droga que pusieron el pueblo patas arriba con sus actos. Ellos eran las víctimas sin darse cuenta. Era un grupo muy localizado. Hoy los grupos que se dedican al menudeo son mucho más numerosos y no están tan localizados. Hay muchos traficantes que llevan careta y que nadie se imagina que puedan estar dentro. Tienen a sus víctimas: consumidores jóvenes que acaban de iniciar un camino del que no saben su sendero. Hace tiempo que está sociedad, la de la mentira, no es lo que parece.

Muchos padres tememos la droga. Mucho. Tememos a esa gente que no tiene consideración y a la que no le importa meter a futuros consumidores en este mundo de la droga, aunque sean chavales que tengan toda la vida por delante. La redada de hace una semana pudo ser de verdad. Lo que no sabemos en que quedará todo y si los culpables reales del tráfico de droga son los que han caído. Dudamos que los detenidos sean los únicos culpables. Y dudamos también de que sean los grandes culpables del menudeo aquí. Creo que no. Por unos pueblos sin drogas. Luchemos todos por ello. Droga, no.


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