Las cronicas del agua. Vicente Pérez conocido por el médico del agua

ARTURO LUNA BRICEÑO


En los artículos anteriores hemos narrado como en la zarzuela “La Virgen de Luna” hay una canción dedicada a las fuentes y sus aguas en Pozoblanco. Pero no es la primera vez que se cantaban o contaban la virtudes y calidad que estas fuentes ofrecían.

Existen personajes en la historia de nuestro pueblo que han alcanzado fama comarcal y nacional por su buen hacer o por la relevancia de sus aportaciones. Pero entre ellos destaca por lo singular de su historia, el médico Don Vicente Pérez que ejerció la medicina en Pozoblanco entre las décadas de 1730 a 1740.

Rafael Ramírez Arellano narró su historia en su libro sobre escritores cordobeses. Afirma Ramírez Arellano que era natural de Pozoblanco, pero Andrés Muñoz Calero, en el número 1 de los Cuadernos del Gallo. Titulado “Pozoalbenses Ilustres” (Ediciones del Ayuntamiento de Pozoblanco. Enero 1993) en la página 38 dice:”Algún autor dice que nació en Pozoblanco. Así lo afirma “Eugenio Solís”, Ricardo Molina, en notas biográficas en las que cita a Ramírez Arellano. Razón tendrán para afirmarlo. Lo que si es cierto es que aquí comenzó su fama…No es frecuente en Pozoblanco el apellido Pérez”. 

Fuente del Chumbo.


En ese tiempo los Pérez censados en Pozoblanco, de acuerdo al Catastro de Ensenada, eran solamente tres: Alonso Pérez, vivía alquilado en la Calle Andrés Peralbo y declaró que sólo tenía ocho cabezas de ganado lanar entrefino.

Juana Pérez, vivía en el Risquillo, en casa propia que tenía una hipoteca de 550 reales.

Pedro Pérez, vivía alquilado en la Calle de la Fuente de la Izquierda y declaró tener una cabeza de ganado de cerda.

Lo que viene a corroborar que las dudas de Andrés Muñoz Calero tenían una buena base.

Por ese tiempo, y de acuerdo al Catastro de Ensenada el Concejo, con los fondos que recibía de los frutos de la Dehesa de la Jara, pagaba el médico y éste era gratuito para la atención de todos los vecinos.

Pozoblanco padeció en 1737 una de las peores epidemias de peste. El Médico Vicente Pérez fue el que tuvo que enfrentarse a ella. Lo hizo utilizando los conocimientos que para combatir la peste tenía la medicina de la época y las fórmulas que la Botica del Hospital de Jesús Nazareno ofrecía, también pagada por el Concejo para todos los vecinos de Pozoblanco. Y contaba el propio doctor Pérez, que se le ocurrió utilizar otro método y decidió recetar agua. Y milagrosamente, la gente comenzó a sanar, y cesaron los estragos que la epidemia estaba causando en la población. 

Calle Pozo Cadena
 

Pocos años después debido a su gran éxito combatiendo la peste al recetar un vaso de agua se trasladó a Santa Cruz de Múdela y desde allí fue llamado por la Corte. Su fama se extendió por toda España, pero también se multiplicaron los enemigos y Andrés Muñoz Calero, lo cuenta así: “Personaje de tan alta fama tenía que sufrir los ataques. Pleitos ruidosos, retirada del título, expedientes, litigios que acaba ganando contra tanta oposición. Y el ganar y recuperar su prestigio le hace adoptar una aptitud orgullosa, incluso despreciativa”

A pesar de los muchos escritos que dejó, no declaró durante su estancia en Pozoblanco, de que fuente cogió el agua milagrosa, pero por si alguien quiere buscar y encontrar el agua salvadora, en el Catastro de Ensenada, se relatan las fuentes de agua de beber que existían y eran estas: La Fuenlabrada; Fuente del Jalaurrano; Fuente de la Lagunilla: Fuente de la Izquierda; Fuente de Santa Catalina; La Fuente de Dios; La Fuente de Juan Martín; La Fuente de las Ventillas; La Fuente del Calvo; La Fuente del Escudero; La fuente del Lobo: La Fuente del Milagro; La Fuente del Naranjo; La Fuente del Talaverano; La Fuente Lobero. La Fuente Panadero y La Fuente Santa.

Son diecisiete fuentes las que Vicente Pérez tuvo a su disposición para obtener su agua milagrosa. Fuentes que salvo tres o cuatro, las demás el tiempo nos la ocultó o le cambió el nombre.


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