Antonio de Pozoblanco mostró su inmenso arte en la peña Agustín Fernández

JUAN ANTONIO DUEÑAS RIPOLL
POZOBLANCO


El viernes día 10 de enero, con un lleno en el salón de actos de nuestra Catedral del Flamenco, reanudamos el 26 Ciclo de lo Viernes Flamencos de Pozoblanco, con nuestro cantaor local Antonio de Pozoblanco, que estuvo perfectamente acompañado a la guitarra por Javier Muñoz “El Tomate” y a los que presentó nuestro socio Antonio Ángel Ballesteros; que debutaba en éstas lides e hizo una estupenda presentación de ambos artistas, siendo concreto y conciso en los datos y detalles de sus biografías.

Antonio Peña en un momento de su actuación. / SÁNCHEZ RUIZ


Hizo gala del enorme poderío que tiene en su garganta y de los conocimiento adquiridos en su constante estudio de grandes artistas y estilos de cantes.
Comenzó el recital con un Poema y un cante por Vidalitas a compás de Bulerías. Luego hizo Soleá por Bulerías, acordándose del genial cantaor cordobés El Pele. Y como buen cordobés, nos cantó de forma magistral por Serranas, que enlazó con Bamberas y remató con el Fandango de Frasquito Yerbabuena. Para finalizar la primera parte se despidió por Cantiñas y Alegrías de Córdoba, con letras de Rafael Alberti.
La segunda parte comenzó con un magnífico sólo de guitarra de Javier por Guarjiras que entusiasmó al numeroso público asistente.
Después Antonio hizo una perfecta ejecución de varios estilos de Cantes de Trilla, como la Temporera y la Pajarona. Luego cantó poniendo mucho sentimiento por Peteneras, en las que incluyó la letra del Café de Chinitas y Andaluces de Jaén. Luego hizo los Tangos del Chino de Málaga con letras dedicadas a las ocho provincias de Andalucìa, acordándose también de magníficos cantaores e interpretando letras de Chiquetete, Jiménez Rejano, Luis de Córdoba y rematando con un Fandango de Enrique Morente.



Después hizo una exquisita tanda con varios estilos de Fandangos de Huelva. A continuación se arrancó por Bulerías con letras de la gran Lole Montoya (la famosa Lole y Manuel) y otras dedicadas a varios toreros y la canción Pájaro Herido, rematando con los famosos Alfiles de Colores del genial Miguel Poveda.
Y se despidió por Fandangos Naturales y de Huelva, en los que no faltaron los Valientes de Alosno de Paco Toronjo.
Por su parte, Javier Muñoz “El Tomate” hizo honor a la saga de guitarristas flamencos, a la que pertenece y demostró además que es otro joven guitarrista cordobés con una magnífica proyección artística, consolidado ya como uno de los mejores tocaores cordobeses de acompañamiento y que le proporcionó a Antonio una perfecta cobertura musical en todo momento y siempre pendiente de lo que el cantaor demandaba, siendo interrumpido en alguna ocasión por los aplausos y vítores del público.
Al finalizar su actuación, estos dos geniales artistas cosecharon un caluroso aplauso y la muestra del cariño que les tiene la buena afición de nuestra Peña, de nuestra ciudad y de toda su zona de influencia.



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