Carta que las Siete Villas de los Pedroches mandaron a Carlos III

ARTURO LUNA BRICEÑO





Señor
Las siete villas que componen el Corregimiento de Pedroches, nominadas Pedroche. Torremilano, Torrecampo, Pozoblanco, Villanueva de Córdoba, Alcaracejos y Añora, representadas por sus Ayuntamientos plenos, Diputados y Síndicos Personeros, como acostumbran en sus Juntas rendidas a los R.P. de V.M: dicen que en 6 de Junio de 1.785, tomó posesión de dicho Corregimiento el actual Don Dionisio Ruiz Carrasquilla, y desde luego manifestó, con infatigable celo, su deseo de lograr instrucción del Estado de los Pueblos, causas imperativas de la felicidad de estos y cuantos podría ser útil para fomento de los ramos de que depende su subsistencia”. Las Siete Villas se caracterizaban por los enfrentamientos y desavenencias constantes que tenían con los Corregidores. Unas veces se negaban a pagarles sus sueldos y otras los vigilaban y cuando estaban a cumplir los tres años de su mandato le escribían al Rey para que se los cambiaran.
      Don Dionisio Ruiz de Aranda y Carrasquilla fue nombrado Corregidor  de las Siete Villas de los Pedroches en 1784. Y ejerció su mandato desde Pozoblanco, que fue nombrada capital del Corregimiento el día 12 de marzo de 1771, desde donde se trasladó el segundo  Corregidor del Estado de los Pedroches: Don Francisco Javier de Chuecos y Monzón. 
 Cuando nombraron a Don Dionisio Ruiz Carrasquilla se cambió la Ley y el Corregidor en vez de tres años cumpliendo su mandato, pasó a ejercerlo a los largo de seis años.
   Y continua la  carta: “De estos principios, y continuación celosa hasta ahora ha resultado, y hecho ver la experiencia, que en los seis años que van a terminar han logrado las siete villas y sus vecinos, en general y  particular, las más sólida Administración de Justicia, paz uniforme, corte de litigios y desavenencias y unión reciproca que las hace felices, …ha proporcionado dicho Corregidor con sus juiciosas Providencias y atractivo para con los principales interesados que el goce y aprovechamiento de la Dehesa de la Jara, propia en Comunidad de las Villas y sus vecinos…  Lo mismo ha sucedido en la distribución y reparto de los rendimientos de la misma Dehesa, que anualmente hacen los Concejos en Junta General, pues se han evacuado las seis que ha presidido  dicho corregidor sin el menor altercado… Con igual celo ha atendido a el mejor y más completo surtimiento de los abastos públicos, a los más equitativos precios que las circunstancias de los tiempos han permitido. Ha velado sobre la conservación y aumento  (logrado visiblemente) del arbolado de dicha Dehesa… velando sobre que los Pueblos hayan sido socorridos conforme a las intenciones de V.M. con los caudales de sus Pósitos, … que ha hecho ver que sin perder de vista, la Administración de Justicia, el remedio de los abusos y ejercicio de buenas costumbres, ha tratado y trata como verdadero padre a todos sin distinción...pero no han sido de menor consideración  las disposiciones de dicho Corregidor en orden al mejoramiento de las Fábricas de Tejidos de lana y adelantamiento de la industria y comercio, ramos en que principalmente consiste la subsistencia de estos Pueblos, debiéndose a sus desvelos que en el día se hallen en pie y que sus progresos hayan correspondido a sus afanes, pues se labra un tercio más de tejidos que anteriormente , de más solides y pronta salida. Estos acaecimientos notorios excitan a los naturales al deseo de continuación de dicho Corregidor; y la obligación de  los suplicantes por el bien y felicidad de los Pueblos a dirigirse al Trono
    Suplican rendidamente a V.M., que como amante Padre de sus vasallos, se digne mandar que el citado Don Dionisio Ruiz Carrasquilla continúe sirviendo el empleo por otro sexenio desde el 6 de Junio del año corriente en que cumple en que fue proveído. Así lo esperan de la innata Real Clemencia de V.M. cuya C.R. P. ruegan al Altísimo  conserve los orlatados años que esta Monarquía necesita. Siete Villas de los Pedroches 11 de Enero de 1.791”.
El Rey no escuchó a sus suplicantes vasallos y no le concedió seis años más a Don Dionisio, el buen Corregidor que supo entender la manera de ser de los sufridos vecinos del Estado de los Pedroches.

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