Melanoma

RAFAEL RODRÍGUEZ MUÑOZ


La piel es el órgano más grande del cuerpo cuya misión principal es la de protegernos de la temperatura, del sol y de las infecciones. La piel recoge las sensaciones de temperatura, el tacto y el dolor. 

Cuando recibimos los rayos solares, los melanocitos producen más pigmento, con lo cual la piel se broncea y se oscurece.


Síntomas

Los melanomas por lo general no son dolorosos. La primera señal del melanoma con frecuencia es un cambio en el tamaño, forma, color o sensación de un lunar existente.

Es importante recordar que la mayoría de las personas tienen lunares, y casi todos los lunares son benignos.

La regla del ABCD nos puede ayudar a distinguir un lunar normal de un melanoma:

– A: Asimetría: que la mitad de un lunar no es igual que la otra mitad.

– B: Bordes irregulares: bordes desiguales, irregulares, borrosos o dentados.

– C: Color: los colores más peligrosos son los rojizos, blanquecinos y azulados sobre lesiones de color negro

– D: Diámetro: cuando el lunar mide más de 6 milímetros o aumente de tamaño (mayor de 6mm).



PREVENCIÓN

Las personas que se exponen de forma excesiva a las radiaciones ultravioletas tienen un mayor riesgo de contraer cáncer de piel.


Demasiada exposición a la radiación ultravioleta

El principal responsable del melanoma es la radiación ultravioleta, fundamentalmente por exposición inadecuada al sol o a otras fuentes artificiales, como las lámparas bronceadoras de ultravioletas.


Edad


En relación con la edad, es más frecuente en adultos entre los 30 y los 60 años, con una media de 50 años.


Características personales que predisponen a presentar esta enfermedad.
El color de la piel es importante para determinar el riesgo de melanoma. Por ejemplo, el riesgo de aparición de melanoma es 20 veces mayor en personas de raza blanca que en las de raza negra. Dentro de la raza blanca el riesgo varía en función del fototipo

El fototipo de cada persona depende de la capacidad para broncearse, del color de la piel, cabellos y de los ojos. Las personas con mayor propensión a las quemaduras solares, que casi nunca se broncean con el sol tienen un fototipo bajo y más riesgo de melanoma.

Siga estas sencillas recomendaciones cuando se exponga al sol (tanto por ocio como por trabajo).
  • Evite la exposición al sol durante las horas centrales del día (entre las 12 y las 16 horas), cuando la luz ultravioleta es más intensa. 
  • Utilice barreras físicas para que el sol no llegue a la piel: sobrillas, sombreros de ala ancha 8 para proteger también el cuello y las orejas), camisetas, etc. 
  • Aplique sobre la piel fotoprotectores solares con filtros de protección UVA y UVB adecuados a su fototipo (tipo de piel). 
  • En todas las edades, use gafas de sol que absorban el 100% de las radiaciones ultravioleta. 
  • Tenga en cuenta el lugar en que se encuentre: playa, montaña…, para adecuar aún más las medidas de protección. 
  • Beba abundante agua para evitar la deshidratación. 
  • Protéjase, también, en los días nublados, los rayos ultravioletas atraviesan las nubes. 
  • Evite otras fuentes de luz ultravioleta (lámparas bronceadoras) porque aumentan el riesgo de aparición de melanoma. 
  • Examínese periódicamente los lunares.


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