La E del PSOE tarugo


ANTONIO JIMENO MÁRQUEZ


Cuando abrimos Plaza Pública, en tiempos en los que Rodríguez Zapatero gobernaba España, nos entrevistamos con todos los responsables de los partidos políticos de nuestro pueblo. Nuestra intención era que todos ellos tuvieran un apartado dentro del multiblog en el que pudieran publicitar sus mensajes y escribir sus opiniones; por supuesto, como era norma de la casa, sin censura previa y de forma ilimitada. En la entrevista que mantuve con dirigentes del PSOE, y después de explicarles los porqués y los cómos, pregunté a uno de ellos qué le parecían las políticas que estaba siguiendo su dirección nacional respecto al nacionalismo catalán. Recibí por respuesta lo siguiente: De la cuestión territorial, no hablamos. Aquella respuesta me dejó perplejo, al cabo, me pareció de un carácter gregario tan insoportable como inaceptable incluso para quien tan solo era un simple peón dentro de la gran obra pesoísta. Viendo la contundencia de la respuesta, no perdí mucho el tiempo en sugerirle las consecuencias que aquella deriva antiespañola -por tanto antisolidaria- iba a tener tanto para Andalucía como para su propio partido.

A día de hoy, el PSOE, en Pozoblanco, es un partido más, que nada tiene que ver con aquel que arrasaba en las elecciones municipales. Achicharrado por las políticas de apaciguamiento y sometimiento de Sánchez con los golpistas catalanes que han sido determinantes en protagonizar milagros políticos como el de perder la Junta después de casi 40 años de gobierno, es posible que el PSOE de Pozoblanco, en el futuro, tenga que competir electoralmente con otros partidos de centro más o menos socialdemócratas –la Izquierda ultra y unida por el comunismo no tiene remedio- que no ofrezcan dudas acerca de su posicionamiento respecto a la unidad de España. El CDeI, puede ser uno de ellos, Ciudadanos otro. Incluso con una agrupación de electores transversal en lo ideológico pero inequívocamente española si alguna vez llegara a materializarse alguna, cuestión extremadamente difícil pues la gente debe estar vacunada ya después de asistir durante toda la legislatura a los bochornos y deslealtades hacia sus socios de gobierno de quienes participando en una de ellas aseguraban no disponer de mochila ideológica alguna.

Ciudadanos aún no ha dado señales de vida real y habrá que ver cómo se recompone programática e ideológicamente el CDeI tras la marcha de Antonio López, por lo que en mayo el PSOE tal vez no sufra demasiado las indecencias de Sánchez respuesta a las embestidas del monstruo golpista catalán. Pero, aparte de presentar una candidatura convincente que vuelva a ilusionar al tradicional votante pesoísta tras una legislatura en la oposición tan decepcionante, tan fallida, algo tendrá que hacer para revitalizar la E de sus siglas si desea que la gente vuelva a verlo y sentirlo como un partido capaz de vertebrar todos los lugares de España.

Ah, se me ha olvidado escribir que el PSOE declinó el ofrecimiento de participar en aquella Plaza por la que paseaba tanta gente tan dispar. Veía en aquel libérrimo multiblog un enemigo, una piedra en el zapato capaz de producirle juanetes y de minar sus plácidas mayorías.


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