La simplicidad

ANTONIO A. MORENO
TREMP


La simplicidad es vivir de acuerdo con las leyes naturales de nuestra tierra, entendiendo que las cosas materiales no necesariamente impliquen la felicidad sino que aquello realmente importante en la vida es la riqueza y la plenitud de nuestra vida.

No hay dinero en el mundo que valgan más que nuestro tiempo ni el tiempo perdido se puede recuperar ni comprar. Las cosas más auténticas no se pueden comprar con dinero porque no tienen precio y son las mejores cosas que nos ofrece la vida.

Por tanto, reservaremos tiempo para hacer cosas que realmente nos gustan: leer, bailar, ir de compras, aprender idiomas... o sea, desarrollar actividades que alimenten el alma. No obstante, una de las cosas que más nos llenan y nos hacen sentir bien es el contacto con la familia, los amigos, la pareja... es decir aquel afecto que solamente nos proporciona el que nos estima de verdad.

Asimismo la sociedad capitalista actual reniega de la simplicidad porque no puede permitir que las personas sean felices pero no esclavas del dinero.

La simplicidad no persigue el reconocimiento social a costa del estrés, ni la gloria material ni el éxito profesional que el mejor éxito es sentimos bien con nosotros mismos, tener una riqueza y plenitud interior y estar en equilibrio con nuestro entorno, respetando nuestros principios y sabiendo esperar aquello que nos conviene ya que las cosas llegan cuando es el momento.

Simplicidad es la capacidad de no complicarse la vida, es decir, de llevar una vida simple y de gozar de las cosas más sencillas. 


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