Familia y educación

MIGUEL BARBERO GÓMEZ


Estudios históricos y científicos muestran que la estructura familiar ha sufrido pocos cambios a pesar de la emigración a las grandes ciudades y a la industrialización. El núcleo familiar era la unidad más común en la época preindustrial y aún sigue siendo la unidad básica de organización social en la mayor parte de las sociedades industrializadas modernas. Sin embargo, la familia moderna ha variado, con respecto a su forma más tradicional, en cuanto a funciones, composición, ciclo de vida y papel de los padres. El Instituto de Política familiar expresa en su informe Evolución de la familia en Europa (2006) que:

a).- Las crisis y dificultades sociales, económicas y demográficas de las últimas décadas han hecho redescubrir que la familia representa un valiosísimo potencial para el amortiguamiento de los efectos dramáticos de problemas como el paro, las enfermedades, la vivienda, las drogodependencias o la marginalidad.

b).- La familia es considerada hoy como el primer núcleo de solidaridad dentro de la sociedad. La familia es, ante todo, una comunidad de amor y de solidaridad.

Otras funciones que antes desarrollaba la familia rural, tales como el trabajo, la educación, las actividades de recreo y la socialización de los hijos; en la familia occidental moderna son realizadas, en gran parte, por instituciones especializadas. El trabajo se realiza normalmente fuera del grupo familiar y sus miembros suelen trabajar en ocupaciones diferentes lejos del hogar, como ocurre en mi propia familia que los tres hijos que tengo están fuera del hogar familiar y en poblaciones diferentes. La educación, la proporciona el Estado o grupos privados.

Finalmente, la familia todavía es la responsable de la socialización de los hijos, aunque en esta actividad los amigos y los medios de comunicación han asumido un papel muy importante. Sería muy conveniente que se vigilaran escrupulosamente estos dos factores porque la situación es preocupante; en nuestros pueblos también.

La educación familiar es muy necesaria e importantísima por estas simples razones:
1. Biológica: Todo niño nace absolutamente inseguro, necesitado e incapaz de sobrevivir por sí mismo.
2. Psicológica: En la medida que un cerebro está más evolucionado, más tiempo necesita para educarse y desarrollarse hasta llegar a la edad adulta. Y es en el seno protector familiar donde el niño encuentra la autoestima que es el motor del hombre.
3. Sociológica: El influjo de los padres es imprescindible. El niño aprende a saber quien es a partir de su relación con sus padres (personas que le quieren).
Se podría decir que existen tres anillos de formación de la persona:
-Familia.
-Colegio
-Sociedad

El último es el que hoy tiene más poder. Absorbe a los otros dos anillos, por ello es necesario que los dos primeros se unan y apoyen juntos. La sociedad educa hoy, sobre todo a través de la TV, la calle y los amigos.

Según estudios realizados por organismos de la Unión Europea, nuestros alumnos están por debajo de la media europea a nivel académico, lo cual nos relega a las últimas posiciones dentro de la misma y acentúa aún más la decadencia de nuestro sistema educativo.

Pasadas las vacaciones de verano comenzará un nuevo curso escolar. Sería bueno que los padres nos planteáramos seriamente que la mejor educación para que nuestros hijos sean buenas personas (y de paso buenos ciudadanos) se la debemos dar en casa, desde que nacen, porque si seguimos como hasta la fecha estaremos haciendo lo que el Juez de Menores de Granada, don Emilio Calatayud, llama “Decálogo para formar un delincuente” y que dice así:

1.-Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que le pida. Así crecerá convencido de que el mundo le pertenece.
2.- No se preocupe por su educación ética o espiritual. Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.
3.- Cuando diga “palabrotas”, ríaselas. Esto le animará a hacer cosas más graciosas.
4.- No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace. Podría crearle complejos de culpabilidad.
5.- Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes. Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.
6.- Déjele leer todo lo que caiga en sus manos. Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.
7.- Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño, así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.
8.- Déle todo el dinero que quiera gastar. No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.
9.- Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres. El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.
10.- Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos. Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.


Ánimo, aún tenemos tiempo por delante para intentar cambiar la situación. Nuestros hijos y la sociedad nos lo agradecerán. 


No hay comentarios :

Publicar un comentario