Pronto tendrán en sus manos una amplia historia de Alcaracejos


JUAN FRANCISCO PERALBO REDONDO


En próximas fechas se pondrá el trabajo totalmente finalizado en manos de las personas adecuadas y competentes para ultimar y llevar este largo, arduo y necesario proyecto, a buen puerto y no menos encomiable fin. Posteriormente ya los especialistas, informáticos y algún moderno “Gutenberg”, maquetarán y decidirán su resultado final. Esperemos que todo ello (la finalización y publicación) sea: rápida y consensuada.

Desde este humilde atrio “impreso”, que se nos ofrece a todos los comarcanos, adelantarles algunos adelantos del trabajo que saldrá a primeros de año, (Ojalá para el 24 de Febrero, día de la inmemorial traída de la Virgen de Guía, otra gran fiesta local junto con la Feria del Carmen que se nos avecina en Julio).

Se trata de una elaborada recopilación de datos, fotos, documentos, mapas, declaraciones orales, etc. Cinco capítulos que orbitan alrededor de su núcleo, que no es otro que el tesoro de los Almadenes o de la mina del Chaparro Barrenado de Alcaracejos. El cual se encontró oculto, enterrado y semisalvado en 1926, por la reja de un viejo y vetusto arado tirado por bueyes. Incomprensiblemente éste fue comercializado al mejor postor; al agasajado mecenas; al héroe nunca visible; a un señor adinerado más listo que culto y poco más. A raíz de este apoderamiento comienza una serie de expoliaciones, desubicaciones, transacciones, reparticiones, desplazamientos, exposiciones, compromisos y amiguismos. Pero se llegó a una recapacitación no sabemos si divina, cofrade o masónica, y se decide donar el hallazgo de aquellos pobres agricultores, dos años después, al museo de la capital cordobesa. Además se verá en este trabajo, que también una vez cedido y levemente catalogado, se ha ido perdiendo gran parte del mismo. El trabajo versa sobre este tesoro y sus piezas, unas 260 identificadas inicialmente, y solo unas 170 reconocidas a día de hoy, todo este “corpus”, arropado por nuestras historias particulares anteriores y posteriores, los inicios del pueblo, su dependencia y su deslinde, su auge minero y posicional, engrosados por sus recursos agroganaderos, paisajísticos, etc. y en un futuro no muy lejano también museísticos, de ocio, relax, salud, deporte, etc.

Hoy en día cuando estamos sustituyendo: el bolígrafo por el pendrive, la maquina de escribir por el portátil, los libros por el Smartphone, los mapas por el GPS, las cartas por los SMS, las palabras por signos y letras, las emociones y sentimientos, por caretas circulares…, es ahora cuando se debe promocionar al libro, en general, pero mejor a los que hablan de lo nuestro.

Los libros nos acercan al espíritu, orígenes, pasado y presente de nuestra sociedad, son una apertura a la realidad y hasta donde llega nuestro lenguaje escrito, llegará nuestra realidad y nuestro conocimiento, pues sin estos es imposible posicionarse en el mundo de los objetos, de los sentidos y de la historia, tanto presentes, futuros, pasados e incluso remotos. Ya Platón ponía como problema principal la relación entre lenguaje y realidad, además se auto preguntaba: <<¿conocer el nombre supone conocer la realidad de la cosa que se nombra?>>. Por esto, debemos conocer nuestro pasado y antepasados, nuestras raíces, nuestro patrimonio, nuestro lugar en la Comarca y también hacérselo llegar a los que vienen detrás.

Para ubicar este atesoramiento es necesario hablar de Alcaracejos y sus minas, además de otros temas relacionados y encadenados a ellos, que ornamentan y complementan el eje del trabajo no solo reivindicativo, sino también histórico-patrimonial. Lo que el fructífero y antiquísimo término de Alcaracejos concebía en sus enormes placentas, no tuvo un parto natural sino que fueron naciendo y dados a luz por continuas e incesantes cesáreas sobre el terreno, y que luego pasaron por las incubadoras de nuestros ocupadores, en forma de precarios hornos, por técnicas pediátricas de cuidados intensivos, refinamientos sucesivos, pulido, sobredorado, artesanía y mezcla de culturas. Es decir, lo que la tierra parió ayudada por nuestros invasores en forma de piedras deformes e inservibles, se convirtieron en preciosas joyas ornamentales, decorativas y monetales. Y como todo en este mundo murieron siendo enterradas cerca de su lugar de nacimiento y comercio, volviendo de nuevo a renacer y a tener una segunda vida. En esta 2ª y corta incubación, donde necesitaron no solo cuidados químicos y de mantenimiento, se le salvó del olvido, sobre todo por las persistentes quejas, artículos y documentos clarificantes de su auténtica paternidad.

Siendo como fue la cuna del tesorillo y la estrella de aquellos plateados soldados y/o plateros, que sacaron mediante un parto provocado, unas piedras brillantes y las devolvieron a sus entrañas con una leve y superficial incisión como verdaderas y únicas joyas de orfebrería, dando a luz a esta pequeña pero importante y rica localidad a los posteriores invasores visigodos y árabes. Cuyos asentamientos fueron poco a poco creciendo, y desde su primera referencia como “Los Caçarejos”, llegó a ser el conocidísimo Alcaracejos (asterisco de caminos, centro de culturas cruzadas, oasis de afluentes naturales, vergel de fauna y vegetación, balneario de salud y cordialidad, aposento de caminantes y comerciantes, puente de suave curvatura, brújula de rumbos marcados por los siglos, frontera de nacimiento y posterior aduana sin peaje, antes expoliada y ahora defensora de sus tesoros, como el del Cerro del Peñón, que da pie a este breve relato.

El solo hecho de mencionar la palabra minería es para todos: un cúmulo de recuerdos, una amalgama de nostalgias, una horda de travesuras, unos incontables episodios de corredurías, tropelías y aventuras infantiles inimaginables, acompañadas de reminiscencias grabadas a fuego, no en la piel, sino en la retina, en la mente, en los sueños. Incluso después de ser abandonadas, los chiquillos del pueblo, las pateábamos peligrosamente, poniendo a nuestros padres de los nervios, si al anochecer no estábamos en casa. Por lo tanto, en este capítulo del cual me siento muy identificado, pero también verdaderamente indocto.

Por todo ello y más, les incito a preguntar por su ya publicación y sobre todo a leerlo una vez lo tengan en sus bibliotecas. 


1 comentario :

  1. Buenas tardes. Me encantaría saber más sobre esa próxima publicación de la que habla. Nos encontramos preparando una publicación sobre el grupo minero "Los Almadenes" y nos vendría muy bien contar con algo más de bibliografía al respecto, sobre todo si contiene fotografías antiguas de las minas. ¿Se sabe ya el título del libro?. Muchas gracias y un saludo

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