El móvil una herramienta peligrosa en el maltrato de género

MIGUEL CARDADOR LÓPEZ
(Presidente-Editor)


Todos tenemos que concienciarnos cada día más de la lacra que supone el maltrato de género, pues a las miles de mujeres sometidas a la acción machista del maltrato, tanto físico como psíquico, se une la terrible tragedia final cuando termina en algunos casos en asesinato.

Tomando como referencia una de las comunidades más pobladas de nuestro país, la madrileña, podemos decir que ha aumentado un 50% el número de chicas menores de edad atendidas por violencia machista en los 8 primeros meses del año.

Casi lo más asombroso es que la más pequeña tenía la insultante corta edad de 12 años. La mayoría de ellas fueron víctimas de maltrato psicológico. ¿Cuál creen que es el arma del crimen? Pues el instrumento no es otro que el móvil.

Hay ejemplos y hechos que parecen tan bonitos como observar las vacaciones de los demás en las redes, que no se te ocurre sospechar que igual detrás de algunas de estas fotos de crías divirtiéndose entre amigas hay después un drama, porque el novio celoso está al acecho de su chica en Instagram, Facebook, Pinterest, etc. Y según parece a algunos no les gusta nada tanta diversión sin ellos.

A una joven su novio le hackeó la cuenta de Facebook y le borró a sus amigos chicos para que no pudieran contactar. También navegó a sus anchas e inspeccionó todos sus chats. Y la pregunta que se me plantea es: ¿Y no lo dejó después de eso la chica? Pues parece que no y se aceptaron las excusas de siempre: Le decía que lo hacía para protegerla porque esos chicos solo querían acostarse con ella y nada más. Este es el patrón clásico del macho dominante que busca sumisión. Por todo eso, para la mayoría de las víctimas, la película tiene el guión que conocemos: Control de movimiento por whatsapp y redes sociales, aislamiento de amigos y hasta de la familia, humillaciones e insulto, chantaje emocional, sexo bajo presión y en muchos casos llegan los golpes.

Muchas chicas están tan dominadas que no son conscientes del acoso al que son sometidas y toleran con absoluta permisividad esta actitud.

Yo, de la manera más suave, como muchos padres, me preguntó: ¿Qué podemos hacer para rescatar a estas sumisas adolescentes de ese horror? Reflexiono y creo que, como la mayoría de las cosas positivas, el buen camino está en la educación, tanto para ellas como para ellos. Ésta, creo sinceramente, que es la mejor arma que tenemos, y por supuesto una buena utilización y medida de tiempo prudencial en el uso del móvil, que no se convierta en una utilización desmedida, pues entonces sus efectos serán nocivos. De hecho, la utilización compulsiva e irracional del móvil se ha convertido para muchas personas (no sólo jóvenes) en una peligrosa adicción.



En cuanto al sometimiento hay un caso que se produjo hace una semana que me pone el vello de punta. Fue un suceso de una mujer adulta que estando en su vivienda agonizando con un puñal en el vientre, cuando llegó la policía aseguró que se lo había clavado ella misma mientras cocinaba. Increíble, si no fuera porque su agresor estaba allí presente contemplando la escena. Eso se llama pánico en el grado máximo que un ser humano puede vivir en sus propias carnes. ν

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