Nacer

ANTONIO RUIZ SÁNCHEZ
(Periodista)


Soy un hombre con Síndrome de Down y mi vida merece la pena ser vivida. Entiendo completamente que las personas sientan el impulso de abortar como solución final pero están diciendo que personas como yo no deberían existir”.

Así comenzaba Frank Stephen su discurso, un actor estadounidense y defensor del Síndrome de Down, que con unas simples frases dejó en silencio a toda la sala.

El actor hacía referencia a un informe que señala que, en Islandia, casi el 100% de los embarazos que son diagnosticados de Síndrome de Down se interrumpen, o que en Dinamarca y Corea del Sur hay altas tasas de despido por tener esta singularidad.

“Mi cromosoma extra puede ser la respuesta para curar el Alzheimer, enfermedad que probablemente borre mi memoria y que ya está borrando los recuerdos de mi madre. Pensad en el amor que sentís hacia las cosas, pensad en el amor que siento hacia mi madre y utilizad ese amor para buscar respuestas, no soluciones finales.

Hagamos que nuestro objetivo sea terminar con el Alzheimer, no con el Síndrome de Down. Somos una ventaja para la ciencia y hacemos el mundo más feliz. ¿De verdad no hay lugar para nosotros en la sociedad?”.

Claro que lo hay.


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