Pongamos que hablo de vivir (XXI)

JOSÉ ANTONIO CARBONERO FERNÁNDEZ
(Técnico de la Cooperativa Olivarera Ntra. Sra. de Luna de Vva. de Córdoba)


Otro año más vuelve a dar comienzo la campaña de recolección de la aceituna, y es de agradecer por cierto, vuelve el trajín aceitunero que como cada otoño-invierno llena a nuestra comarca del trasiego habitual que conlleva uno de los oficios más honrosos y generosos que conozco. Si uno se da una vuelta por nuestra sierra, oirá a los vareadores de olivos, que cargados de sus pesados vibradores varean las ramas de estos para obtener su magnífico fruto, vibradores que resuenan acompasados en lo más hondo de los cerros, también verá los cortijos blancos, como decía Machado, echando humo por sus chimeneas, cuadrillas que con tesón y esfuerzo luchan por ganarse su sustento, movimiento de coches por las carreteras, pistas y caminos comarcales con la faneguería a cuestas como se suele decir, en definitiva, un hervidero de actividad, ilusión y riqueza.

Hace unos días leía en la revista Fuera de serie, dentro del diario económico Expansión, un artículo que me gusto mucho: “Aceite de Oliva Virgen Extra: las mujeres que marcan tendencia en la elaboración del AOVE”, me interesó de veras, primero porque una de ellas es Anunciación Carpio a la cual sigo y leo desde hace años y segundo, porque aunque son historias personales de cada una y el artículo refleja la inquietud constante de las protagonistas, lo que más me atrajo desde el principio fue que todas y cada una saben perfectamente en donde se mueven, el sector donde están, qué busca dicho sector y que deben hacer para ser diferentes al resto.

Sigo a Anuncia Carpio Dueñas, natural de Pozoblanco, por varias razones, es bióloga y especialista en Grasas y Aceites por el CSIC, Instituto de la Grasa de Sevilla, su primer destino fue la Delegación de Agricultura de Jaén y según tengo entendido su llegada y forma de actuar supuso una verdadera revolución. Muchos profesionales del sector han manifestado, qué su magnífica labor fue precursora de una dura transición, desde el mundo del aceite atrojado, que desgraciadamente estaba bien afianzado en Jaén, a de la búsqueda absoluta de la calidad y la excelencia en los AOVE. En mi caso, lector asiduo de su blog, siempre me ha resultado muy edificante y ameno leer a esta gran profesional de la cual he aprendido mucho y todo bueno la verdad.

Como decía, la intuición es fundamental en este sector, en mi opinión la intuición femenina aún más, no dejarse llevar por el optimismo y sobretodo como bien viene a decir Ana Sánchez de Granda, que pasó del sector inmobiliario al de los AOVE, al estar una siempre esperando el palo, se desarrolla un instinto que te prepara, para que cuando venga el palo, qué vendrá seguro, estemos preparadas. Así de simple, ninguna objeción, cuando uno se prepara para lo peor, difícilmente se sorprenderá ante las sorpresas y desasosiegos que nos depara esta aventura que es la vida y que vivir nos toca.

Es interesante leer que todas y cada una de las protagonistas de la entrevista tienen bien claro qué quieren y donde quieren ir a parar, la calidad del AOVE y el valorar al producto como merece, un producto Premium, diferenciarse del resto, producir un producto de excelencia y hacerlo llegar donde sea necesario para que así y sólo así, se valore convenientemente. Sólo en la provincia de Jaén se produce más aceite que en toda Italia, sin embargo y pongo un ejemplo, cualquier consumidor de Estados Unidos o Inglaterra conoce un aceite italiano y no conoce un aceite español, y es que es así de duro, hace no demasiado, los AOVEs españoles ni siquiera se presentaban a concursos de cata, el objetivo era solo el de producir, por suerte poco a poco esta dinámica va cambiando.

Todo ello viene a colación porque me gustaría resaltar el papel tan importante e imprescindible que ha jugado siempre la mujer en el medio rural y olivarero a la par, ya sea como empresaria, productora, trabajadora y/o agricultora, o separado o junto lo mismo me da, pues son muchas las ocasiones en las que gracias a su visión, su perspicacia o su intuición, como antes mencionaba, se ha logrado dar una visión muy distinta a la del hombre a la hora de enfocar los asuntos y los problemas que iban surgiendo, desde siempre han aportado ese necesario matiz diferenciador. Hoy en día existe una posición real y bien afianzada de la mujer en el campo y la actividad agraria, aún minoritaria por desgracia, pero no deja de suponer un proceso de modernización real que motiva y motivará un cambio social para un sector que siempre ha sido dominado por el hombre.

Este matiz exclusivo de su forma de ser y de pensar debe ser valorado y apreciado como merece, bien me lo enseñó mi madre con su sapiencia, saber estar y conocimiento, no me queda pues otra forma de tributar respeto y admiración para alabar desde aquí tantos y tantos años de sacrificio y de andadura. Debemos pues reivindicar la importancia del género femenino, esa valía inestimable y en ocasiones mal reconocida en muchos casos, no albergo la menor duda de que si ellas no apareciesen asociadas a lo rural y olivarero como antes mencionaba, la historia que hoy vivimos y contamos hubiese sido otra, y en mi humilde opinión, seguro que hubiese sido una historia mucho peor. Es por ello, que disfruté sobremanera leyendo el artículo, y ello me llevó a una reflexión, sólo avanzaremos en la dirección adecuada, si dejamos de lado los géneros y sólo nos guiamos por los conocimientos, los resultados obtenidos y la profesionalidad.


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