Un palo más en las ruedas de la economía de la comarca

MIGUEL CARDADOR LÓPEZ
(Presidente-Editor)


Ahora que ya hace unas semanas que ha terminado la Navidad, la época de más consumo del año, podemos hacer un análisis con base. Como editor de este periódico me surge la necesidad de velar y resaltar lo que a mi juicio beneficia a nuestra comarca, igualmente que alertar en lo que a medio plazo puede ser muy negativo.

En las fiestas de este año se ha visto el despegue generalizado en el comercio electrónico, pues a nivel nacional dos de cada cuatro personas han utilizado este medio, lo que trasladado a nuestros pueblos es dos de cada diez personas.

Hay ejemplos, como el de un matrimonio que hace ocho años se vio presionado por sus hijos adolescentes a reservar un viaje internacional a través de internet. Después ha sido una continuidad y era hora de ponerse nuevos retos para estar a la altura de los tiempos. Así que este hombre de 55 años, dos días antes del día de Reyes, se detuvo en la puerta de una tienda de instrumentos musicales a un paso del conservatorio, pero lo pensó antes de entrar y se dio la vuelta: “Lo siento por las tiendas de toda la vida, pero las facilidades que dan los portales de venta digital son a veces insuperables, además de que los precios no tienen parangón en algunos artículos, con lo cual me voy a casa a hacer el pedido”.

Pero a estas ventajas hay que verle los inconvenientes, piensa este hombre que ahora ya le surgen las dudas: “Me preocupa que el instrumento llegue a tiempo, porque a veces los plazos de entrega varían según me han comentado algunos amigos, y luego que la posibilidad de hacer una reclamación o una devolución no están tan a mano y tan claros como en las tiendas de toda la vida”. En cualquier caso él es uno de los muchos ciudadanos que se han adentrado de lleno en el mundo de las compras digitales.

Hay una proporción importante de las compras de Reyes Magos de este año que no se han realizado en comercios ni grandes almacenes, ni tampoco en tiendas de franquicia o de proximidad, sino que se han hecho a través de plataformas digitales. Y todo apunta a que a nivel global en España el próximo año pueda tener un aumento del 100% de este tipo de compras.

Cualquier presidente de un centro comercial abierto podría declarar que estamos ante la punta del iceberg y tenemos que ponernos las pilas con lo que se nos viene encima. Hay artículos como aparatos electrónicos y tecnológicos y el textil-confección, como punta de lanza de las transacciones comerciales digitales.

Quizás el comercio tradicional no ha sabido reaccionar a tiempo. La competencia es cada vez más fuerte, porque las tiendas y comercios de proximidad no solo tienen que hacerle frente a las plataformas que funcionan únicamente en los ordenadores, los móviles o en las tablets, sino que además las franquicias y los centros comerciales disponen ya de portales que hacen atractiva la compra sin moverse de casa.

Si tenemos un poco de sentido común y queremos mirar por nuestra comarca, deberemos tener muy en cuenta que debemos sopesar primero y antes que nada la posibilidad inicial de comprar en la proximidad. Primero mirar en nuestro propio pueblo por pequeño que sea, y si allí no se encuentra lo que se pretende mirar hacia el pueblo de al lado, con la mira y mentalidad de Los Pedroches.

Estas nuevas tecnologías de compra por internet son un palo más en las ruedas de la debilitada economía que tenemos en nuestra comarca. Aunque tengamos que pagar un poquito más ese dinero se quedará en nuestros pueblos, donde se mantendrán puestos de trabajo y la plusvalía que se genera en los bolsillos de nuestros empresarios y comerciantes, que repercuten luego en inversiones en nuestra comarca. Por ello es más importante de lo que creemos.

Para mí que le den un premio a un pueblo pedrocheño por ser el que más ha comprado por internet con arreglo al número de habitantes es una pésima noticia, que debería de aparecer en la prensa y páginas webs como una nota necrológica.

Reflexionemos un poco sobre este artículo que expongo por las consecuencias gravísimas que puede tener en tan solo unos años para la maltrecha economía de nuestros pueblos. Pensemos que si nosotros no miramos por nuestra economía, ¿quién lo va a hacer?


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