Pateras

ANTONIO GARCÍA HERRUZO
(Maestro)


Pudo, quiso, luego lo hizo; es el pedestal del Dogma de la Inmaculada. Bandera debiera ser de la Unión Europea (?) frente al infamante y abyecto de las incesantes pateras. Tres únicas posibilidades para la madrasta EUROPA. O quiso, y no lo hizo. O pudo, y dejó a otros que lo hicieran. O no quiso ni lo hizo.

Abochorna, afrenta y quita el sueño, lector amigo, el indescriptible dolor que desborda esos barcos ruinosos, verdaderos cascarones de nuez, donde se apiñan miles de inmigrantes que huyen del hambre, de la guerra, de la miseria. Nosotros, los instalados en un consumo soez y vergonzante, nos limitamos a ver su peregrinar de nación en nación, sobrecargados de desastres, con el hambre mordiéndoles los talones, náufragos desvalidos en la noche sin fronteras. Mueren como chinches, hombres, mujeres y niños. PABLO NERUDA escribió: “Martillos sobre yunques que se hunden golpean en sus cuerpos que resisten”. Necesitan una ayuda urgente y nadie se la da. Ningún gobierno, ningún país fronterizo de la Europa rica, ninguna institución, y ningún ciudadano instalado y colmado sienten la menor compasión por ellos. Están solos, olvidados, desatendidos. ¡Indignante!. ¡Escabroso!. !Intolerante!. Y atroz: uno no sabe si un perro como carne de perro o no; pero, a la vista de este abyecto espectáculo parece que el hombre sí es antropófago, aunque quiera desecharlo o ignorarlo.

Quiero saber quién o quienes acabarán con esta desvergüenza. Y quiero saberlo porque me duelen en la sangre cuantas posibles vidas se habrán ido en estas pobres y diminutas muertes, cuantas posibles vidas que su mal sino da, día tras día, al desafecto y al olvido. El mar no se cansa, la noche no se cansa de cubrir tanto sufrimiento. Estos “pateros” sin patria, sin techo son el producto (escribiría la escoria) de una sociedad envilecida hasta la saciedad, hasta la náusea… hasta el vómito. Y es que todas las causas de esta errática existencia son causas globales y sociales: la imposibilidad de un trabajo honrado y decente, el encarecimiento de los productos básicos, las crisis alimentarias que multiplican la hambruna, las guerras pactadas y alimentadas, etc, etc.

Pobreza global que se asoma a la prensa todos los días y la tele. ¡Es tan duro vivir con la vergüenza y la eterna repulsa de los hombres de buena voluntad! Aquí, sin ir más lejos hay nueve millones de pobres (CRUZ ROJA, OXFAM, INTERMOM, etc). Pareciera que son los mismos siempre. Cada día aumenta el abismo que los separa de los favorecidos. Porque aquí también ya encontramos categorías: los excluidos, los superexcluidos y los invisibles: los sin techo, los drogadictos extremos, los terminales de SIDA, los desposeídos. ¡Sombras y solo sombras!.

CARMEN CONDE, lo dejó maravillosamente reflejado en estos versos que os dejo para ser meditados:

“ Muchos estaban
con las manos 
abiertas y extendidas, 
era un bosque de manos 
con voz turbia, o ronca, 
o simplemente agria, 
igual a un país las manos, 
con ríos de sangre 
detenida a la fuerza 
dentro de las palmas.
Un bosque de manos ateridas,
pero ninguno las ofrecía 
con gesto noble y entregado, 
tal un saludo de bienvenida 
al hombre hermano que acude 
a su amparo. 
Un día, no lejano, 
de una de esas manos 
surgirá la jabalina justiciera 
que se clavará 
en el vientre obsceno 
de esta civilización hundida”.
CARMEN CONDE. (“Atrio”)

Termino ya. 

“Homo lupus homini” (“El hombre es un lobo para el hombre”). Todos somos cómplices de esta masacre, pero algún día, más antes que después, el cruel e impío bumerang que hoy arrojamos se nos clavará en toda la frente.

¡Que Dios, si puede, nos perdone! 




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