Màxim Huerta y el ruido del bombardeo

EMILIO GÓMEZ
(Periodista-Director)


Me gusta como escribe Màxim Huerta. Tengo sus dos últimas novelas. Un escritor que sabe llevarte a través de sus creaciones. Es cierto que era un tertuliano de los programas del corazón. Lo era, pero también era y es un buen escritor. Con mucho talento. Se va por líos pasados con Hacienda. Una pena pues en Cultura hubiera cambiado muchas cosas. Creo que hubiera podido desempeñar un buen papel en ese ministerio. No tanto en el deporte. Lo desconocía y su teoría deportiva estaba fuera de toda lógica.

Decía Huerta que “vivimos en una sociedad ahogada por el ruido, por la descalificación, por la desinformación desinteresada”. Tiene razón. Es la que hemos construido. Demagogia, presión, mentiras, medias verdades. Ruido, mucho ruido, como cantaría Sabina. Una sociedad débil basada en la falsedad. 



“Las explicaciones no tienen cabida, solo importa el bombardeo y el ataque” decía Màxim. No le faltaba razón. Lo hacen todos. Los de un lado y los de otro. Me da pena su salida porque tiene talento. Pero también es cierto que el mundo de la política debe cambiar. Hay que exigir cosas a la gente que entre en política. Estamos en una sociedad donde nos piden a los ciudadanos mucha burocracia. Por eso cualquiera que se meta a la política, antes de aceptarlo, hay que investigarlo bien. No es lógico que para ser político no tengas que presentas cuentas, ni currículum, ni estudios, como se hace en cualquier otro trabajo.

Tanto se han atacado unos a otros que entre ellos se están echando de las instituciones. No los echa el pueblo. Se echan ellos mismos. Unos a otros. Han puesto el listón tan alto que, en pocos años, nadie se va a meter en política. Y los que entren serán los que irán a la política en busca de un trabajo y sin formación (si seguimos sin exigir nada). Será peor el remedio que en la enfermedad. Como decía Raúl del Pozo, para ser concejal no puedes haber roto un plato ni tener barro en las botas. Lo peor es que puedes estar muy limpio pero si no tienes talento, ya me contarás.

En fin perdemos a un ministro de Cultura que estaba por ver. No duró ni una semana. Ya sabemos que la política es un circo en el que los espectáculos se suceden. Me quedo con las palabras de Màxim “esta sociedad es la del ruido”. A veces ruido falso, a veces ruido verdadero. Lo peor de todo es que entre tanto grito no sabemos lo que es verdad y lo que es mentira. Eso es un problema. 


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