Vamos a levantar nuestra comarca

EMILIO GÓMEZ
(Periodista-Director)


Tenemos AVE. Tenemos playa (aunque sea artificial). Tenemos un cielo estrellado que lidera Europa. Tenemos la mejor dehesa del mundo. Tenemos a las mejores personas. Tenemos un montón de historias. Gente que nació, creció, trabajó, tuvo hijos y envejeció en sus pueblos y en sus hermosas casas de piedra. Muchas cosas que nos hacen únicos. Sin embargo, la realidad es que antes las casas estaban todas llenas y ocupadas. Ahora no. Casas con cartel de se vende y cerradas con llave. Derrumbándose y perdiendo el color que le daba la gente cuando vivían en ellas. Unos han emigrado, otros se han ido muriendo. Los pueblos antes crecían. Las calles tenían su final en el campo. Tiempos en los que el campo se convertía en ciudad porque no se paraba de crecer. Eso ya pasó. Va quedando menos gente de esa que luchaba por no dejar su casa, su pueblo, su cama, su infancia, su vida, su huerta o su comercio. Gente que luchaba por lo suyo para no marcharse a la ciudad.

Para revitalizar los pueblos hacen falta muchas cosas. Primero pedir unos servicios iguales como los de la ciudad. A nosotros nos falta una vía de comunicación fuerte (autovía) que nos acerque a sitios de los que estamos lejos. No es una distancia de kilómetros sino de comunicaciones. Nadie se explica el motivo por el que nos han abandonado durante tanto tiempo.

Tenemos un cielo magnífico, una dehesa inmensa, el AVE, nuestra playa artificial ahora y un montón de cosas más. La pregunta que nos hacemos todos es si el turismo rural es una solución. Posiblemente no porque es un complemento, pues la estacionalidad hace imposible que se pueda vivir de esto todo el año. No obstante, todo lo que sume, bienvenido sea y además repercute en la calidad de vida de todos los que vivimos aquí. Turismo sí aunque no escuchen al que lo quiera vender como salvación. Si lo hace es porque tiene intereses de por medio.

Si algo caracteriza a nuestros pueblos y a nuestro mundo, principalmente rural, es la diversidad de pequeños negocios y empresas de reducido tamaño. Muchas de carácter familiar. De hecho, muchos de los ingresos del medio rural provienen de trabajadores autónomos quienes realizan una actividad por cuenta propia en el medio rural o en pequeñas empresas y comercios de nuestras localidades.

La ganadería, agricultura y la actividad agroalimentaria sigue siendo la actividad principal. Además, se trata de sectores que generan una importante mano de obra en su sector y en otros sectores. Los programas de desarrollo rural se han consumado como uno de los mejores instrumentos para mejorar la calidad de vida en las zonas rurales y fomentar la diversificación de la actividad económica. Las ayudas económicas de la Unión Europea, con la Política Agraria Común, han conseguido plantar cara al despoblamiento rural. Si no se hubiera ayudado con estas ayudas estaríamos hablando de una despoblación mucho más bestial. Sin embargo, hacen falta más iniciativas de los ayuntamientos y por supuesto una apuesta de las instituciones nacionales, regionales y provinciales.

¿Y cómo tenemos que luchar por conseguir esas cosas que nos faltan? Pues uniéndonos en comarca y reclamando lo que es nuestro. Hay que dejarse de colores políticos. No pensar en el puesto político sino en la tierra de uno. Nosa faltan muchas cosas. Una educación adecuada. No se puede dejar fuera a nuestra comarca en ciclos superiores esenciales. Está bien el grado Superior de FP de Automatización y Robótica, pero qué pasa con el ciclo de Ganadería y Asistencia Sanidad Animal. Somos de las zonas con más animales por metro cuadrado de Andalucía y a pesar de ello nos dejan fuera. Se lleva años solicitando y demandando desde el IES Los Pedroches con el apoyo de Covap pero ni por esas. Y si nos vamos a la educación básica, se están produciendo recortes en plantilla y centros. Lo de Villaralto es la prueba evidente.

En sanidad, hemos asistido esta semana a la protesta de Villanueva de Córdoba por unas instalaciones sanitarias dignas y una solución para el Centro de Salud. El Hospital de Pozoblanco tiene cada vez más problemas de personal. No avanzamos sino que los problemas van creciendo en nuestros pueblos aunque no se quiera ver.

Soluciones las hay. De hecho se están dando en muchos pueblos. Mejorar en educación, salud y economía. Una pequeña pyme que se instale en zonas más deprimidas (como la nuestra por la lejanía y falta de comunicaciones) tendría que tener grandes bonificaciones, y no es así.

A veces, cuando paseo por los pueblos y veo tantas casas vacías, me imagino a los antepasados que vivieron tanto tiempo en ellas. Se dejaron la vida por su casa, por su pueblo, por su huerta o comercio. Creían tener tesoros que hoy no valen casi nada. Fue más difícil quedarse que lo que será hoy irse. Si la gente se va, nada tendrá valor. Depende de nosotros y de los que nos representan. Estos no deberían mirar lo suyo y sí el bien común. Pero eso es tan complicado en los tiempos que corren. Las casas se cerrarán a medida que se cierren los caminos. Luchemos por lo nuestro. Y que sea una lucha de verdad, no de colores ni egos.

Como lleva diciendo durante años un vecino mío, “llegará el día en el que todo se acabe en los pueblos cuando nos vayamos todos y, ojo, que cada vez nos vamos más, los viejos al cielo y los jóvenes a alguna parte. Si eso pasa las casas no solo estarán desiertas sino que se caerán”. No será para tanto pero la cosa no pinta muy bien para muchos pueblos que van perdiendo peligrosamente habitantes y cosas.


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