Tarde de toros

DOLORES ARROYO LÓPEZ
POZOBLANCO


Prisionera de la tarde
está la gracia, envuelta
en mantillas y claveles,
estallidos de luz que sobrepasa
el redondez ardiente de la plaza.

El torero valiente se desplaza,
capoteando al toro con gallardía,
en un alarde de maestría
banderillas bailan con gracia.

Muge el toro desatándose
con furia, chorros mana
de sangre en la plaza,
en la arena rosas rojas
salpicadas se desgranan,
frente a frente dos potencias
que se estudian, hombre y toro,
que se enlazan.

Uno mide su inteligencia,
otro su bravura,
¿Quién de los dos quedará
vencido en la plaza?

Mientras suenan pasodobles
y clarines, rojas notas
van saliendo en su escala. 

A un clamor que vitorea
y fascina, de un sentir
que en la arena se desangra. 


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