Vivir nuestra vida pero no prohibir la de los demás

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sábado, 1 de septiembre de 2018 | 9:06 0

Vivir nuestra vida pero no prohibir la de los demás

EMILIO GÓMEZ
(Periodista-Director)


Somos tan iguales y, a la vez, tan diferentes. Vivimos en el mismo mundo pero no somos corazones iguales. A unos nos gustan unas cosas y al resto otras. Por eso tenemos que respetar los gustos de los demás.

Para unos la vida es teatro. Y para otros es poesía, deporte, música, pintura, boxeo, belleza, los toros, la cocina, la jardinería, el yoga.. La vida ha sido siempre tan plural como la de las personas que salen a la calle. Unos en pantalones cortos, otros en traje, con cinturones de flores, tacones, zapatillas, con melena, rapados o pelo corto, con zarcillo o sin él, afeitados o no.

Lo mismo pasa con la música. Para gustos, los sonidos. Música clásica, flamenco, pop, rock, Sabina, Miguel Ríos, Rosendo, Camarón, Julio Iglesias, Luis Fonsi, Bisbal o Plácido Domingo o Supersubmarina.

Y luego está la personalidad diferenciada. Pensamos cada uno de una forma. Eso es lo grande. Ningún pueblo ha evolucionado a partir de una sola idea. Son muchas las que se entremezclan. Nadie ha conseguido nunca imponer sus ideas a todos y para todos. Porque somos diferentes. Y por eso tenemos que respetarnos. Y no lo hacemos. No respetamos los gustos de los demás, ni su música, ni sus palabras, ni su silencio. Y le ponemos etiquetas. Ligándolas a su perfil, ideología, gustos. En los pueblos todavía somos más crueles. La proximidad crea compañía pero también envidia.

Nuestra labor es unirnos ante la ira de los sectarios y de los antidemócratas. Porque somos diferentes aunque eso no implica que levantemos muros para no vernos. Somos más sectarios que nunca. Nadie tiene el poder de contradecir a la pasión porque la vida puede ser teatro, poesía, deporte, música, pintura, boxeo, belleza, los toros, la cocina, la jardinería, el yoga

Queremos vivir nuestra vida y prohibir la de los demás. Somos tan iguales y tan diferentes. Más iguales pues en las dos cosas más importantes de la vida no tenemos la facultad para decidir. Hablo de nacer y morir.