Con pantalón corto

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sábado, 13 de octubre de 2018 | 7:13 0

Con pantalón corto

DIEGO GÓMEZ PALACIOS


Hace varias semanas leí una columna en el diario CÓRDOBA de mi admirado jarote D. Jesús Vigorra, en el que nos daba caña a los usuarios del pantalón corto; tiene mucha razón sobre todo en lo relativo a vejestorios panzudos como yo.

Como disculpa en mi caso diré, que cuando la ocasión lo requiere, me visto adecuadamente, pero creo que me reconforta airear mis pantorrillas y mis varices o poco más, no es a estas alturas, por lucir mi patamen.

Y, hablando de decencia e imagen esperaba que Vigorra, para compensarnos, publicase a la semana siguiente otro artículo exponiendo su punto de vista sobre las señoritas y señoras que deambulan enseñando todo el muslamen y mostrando medio culamen y otro medio tetamen.

Me agrada tal espectáculo gratuito, pero no se me tache de morboso porque con ¾ de siglo a cuestas no me permito ese capricho; me gustan las imágenes que contemplo como belleza en sí, al igual que un bonito paisaje o un hermoso animal.

Parece ser que Vigorra, polifacético y superocupado con prensa, radio y televisión, no ha tenido tiempo o no desea, compensarnos a los del pantalón corto. Es por ello que he decidido hacerlo yo.

También es digno de comentario, pero por su mala imagen, la manía de muchos ellos y muchas ellas de vestir vaqueros rajados y descoloridos.

En el mes de Mayo, deambulando por el centro de Córdoba veo en una tienda para gente joven, que en su escaparate presentan unos vaqueros destrozados y otros nuevos. Increíblemente los destrozados costaban casi el doble que los intactos.

Los enteros están baratísimos en Carrefour (lamento nombrar esta gran superficie porque, precisamente, no son santos de mi devoción). Pero digo:

No cuesta tanto una botella de lejía, se compran vaqueros nuevos en la oferta de 3x2 y con unas tijeras de cocina, se rajan y destiñen al gusto del usuario. Aunque hay gustos que merecen palos; interesante inversión para la precaria economía de los jóvenes, de sus papás o de ambos.

Consejo gratis que les doy.