El ‘teatrillo’ catalán

SEBASTIÁN MURIEL GOMAR


Es tiempo de relativismos, de falta de compromiso, de fake news. Cuando el año pasado medios nacionales e internacionales dieron cuenta de la declaración unilateral de independencia de Cataluña, y todos lo vimos por televisión, por lo visto no era eso. Las imágenes no traslucieron las dudas, los compartimentos mentales de Puigdemont ni tampoco los de Junqueras. Quizás los de la CUP. Era una representación. Un baño de multitudes. Pura simbología. El teatro del Liceo, lugar de honor en operas, se había trasladado a aquellas escaleras del Parlament plagadas de actores que interpretaban la aparición de una nueva república en el marco europeo. Los protagonistas eran políticos en ejercicio, máxima representación del Estado Español en Cataluña, pero era sólo imagen, pura escenografía. Era un sí, pero no. Era un tirar la piedra y esconder la mano. Era un pasarse la Constitución y el Estatut por salva sea la parte pero de broma. Era una declaración ligth de independencia virtual. Lo que vimos fue una toma falsa, un rodaje, un espejismo.

Cuando los coches de la Guardia Civil fueron abollados hasta la inutilidad fue obra de cuatro pacíficos ciudadanos y además, que los agentes dejaran sus armas en los coches fue una trampa premeditada. Y cuando la Guardia Civil tuvo que abandonar un pueblo acosada por los vecinos …fue una gentil invitación a hacer turismo por las afueras, invitación educada y cortés, un incidente aislado que hay que valorar en su justa medida. Y cuando los GDR cortaron las carreteras y avasallaron a los que querían pasar….es falso…son los conductores los que llevan a estos serenos republicanos a situaciones extremas porque los atrapados conductores no respetan la democracia…y claro si unos profesores humillan a menores de edad en instalaciones públicas…es que lo tienen merecido porque son hijos de la España que nos roba. Y suma y sigue. Así hasta el aburrimiento.

¿Violencia, intimidación, fanatismo, coacción… por parte de los pacíficos radicales independentistas? Nunca hubo…Eso es exclusivo de la Policía Nacional y de la Guardia Civil…del estado represor….los nacionalistas catalanes y los indepes son ciudadanos demócratas, personas de paz….¡ que no respetan ni siquiera a sus propios vecinos! No deja de ser curioso que el Instituto Luther King de EE. UU. pidiera a Torra que deje de manosear la figura del gran líder negro y se desmarca de las arengas del secesionismo catalán, que ha llegado a planear una marcha por los derechos civiles a semejanza de la de King en 1963”. Sin palabras. ¿Por qué los secesionistas catalanes necesitan tanto adorno, tanta engañifla, tanto marketing? ¿Será que ni ellos mismos se lo creen?

Por mucho que el actual gobierno de Pedro Sánchez se empeñe, el catalanismo rupturista ha metido la pata y eso es ya parte de la Historia. El intento de enmascarar la realidad con un aquí no ha pasado nada o casi nada es un fraude. Han ocurrido muchas cosas y algunas muy graves. La declaración unilateral de independencia no ha sido un teatro, ha sido real como la vida misma. Hasta Pedro Sánchez en su laberinto habló de rebelión, luego de sedición y últimamente dice no tener opinión ¡Ay la política! Sitiado por los presupuestos y por su debilidad parlamentaria no tiene más remedio que guiñar a los grupos que censuraron a Rajoy porque peligra la estabilidad de su gobierno. El momento es crucial. Mientras Pablo Iglesias ejerce de vicepresidente consorte y posible mullidor de prebendas, indultos e impunidad. El juicio del procés se aproxima. El asunto incomoda al gobierno. ¿Cómo pueden salir todos los censuradores ganando sin que nadie pague los platos rotos? Habrá que esperar y ver.

Sedición, rebelión, golp de estado, rebelión no consumada…La fiscalía parece tenerlo claro. A la abogacía del Estado la obliga la voz de su amo. La calificación de lo ocurrido es importante legalmente, pero la realidad es que el daño está bien hecho. Con premeditación, astucia y alevosía se saltaron leyes esenciales para la convivencia, reventaron todos sus juramentos o promesas, gastaron en lo que no debían y han dividido a la sociedad catalana hasta límites insospechados ….los despropósitos son infinitos y nos quieren hacer creer que todo es igual que nada. ¡Pues no! La impunidad de los delincuentes, presuntos golpistas, es un cáncer en un estado de derecho y el Gobierno debe dejar que la Administración de Justicia trabaje sin presiones. Políticamente puede seguir con sus regalos desinflamatorios para que los independentistas lo mantengan, pero eso es otra cosa.

Matizando, parece que la presencia de armas y de violencia no es determinante para calificar un delito de rebelión ya que en todo caso ambas serían agravantes. “La rebeldía es un delito contra el orden público, penado por la ley ordinaria y por la militar, consistente en el levantamiento público y en cierta hostilidad contra los poderes del Estado, con el fin de derrocarlos” (RAE).

Para terminar me llama la atención el hecho de que el catalanismo radical celebre mucho más el 1 de octubre, fecha del pseudoreferendum, que el 27 del mismo mes, fecha en la que el Parlamento catalán declara su independencia de España. ¿Por qué no quieren los rupturistas festejar este año ese día a lo grande? ¿Será que refrescan los hechos de una ruptura deliberada y no acorde con la legalidad democrática?


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