Pongamos que hablo de vivir (XLIII)

JOSÉ ANTONIO CARBONERO FERNÁNDEZ
(Técnico de la Cooperativa Olivarera Ntra. Sra. de Luna de Vva. de Córdoba)


“El sueño es media vida, la otra vida, la comida”, como bien refiere este refrán, es imprescindible en nuestro día a día subrayar la tremenda importancia que tiene seguir una pauta de alimentación correcta, tanto para la adecuada nutrición de nuestro organismo como para tener una mejor salud. Ya desde antaño, nuestro sabio refranero recoge con claridad estos conceptos: “Come para vivir y no vivas para comer”, “Quien come con cordura, por su salud procura”, “Quien bien come y mejor digiere, sólo de viejo se muere”, etc.

Entonces, ¿por qué no nos esforzamos en comer bien? o bien pudiera decirse: ¿por qué a veces comemos tan mal?, me explico, pese a las campañas llevadas a cabo en diferentes países frente al abuso por parte de la gran industria alimentaria, especialmente en el sector de bollería industrial y de fritos y rebozados congelados, el aceite de palma sigue dominando de largo la producción mundial.

Según la Revista Almaceite, la producción prevista por la USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos en inglés, United States Department of Agriculture), es de 72,25 millones de toneladas, seguida de la soja con 57,54 millones de toneladas y del girasol con 19,09 millones de toneladas. La producción de aceite de oliva mundial no llegará este año al 20% de la producción mundial prevista de girasol, son datos llamativos no cabe duda.

La elevada producción de aceites de palma frente a otras grasas vegetales, entre ellas el aceite de oliva, ha tenido mucho que ver no solo con su precio sino también con la alta demanda de la gran industria alimentaria. Si en el año 1995 su consumo mundial era de 14,6 millones de toneladas, en el 2016 ya superaba los 61 millones, según los datos de la European Palm Oil Alliance. Siendo sus principales consumidores China, India e Indonesia -tres de los países más poblados del planeta- además de la Unión Europea.

Aunque superar los tres millones de toneladas de producción de aceite de oliva a nivel mundial se está convirtiendo en la norma y no la excepción, inexplicablemente, el sector del aceite de oliva sigue siendo una pequeña gota en el océano de los aceites vegetales para consumo humano. En este asunto todos debemos de arrimar el hombro e intentar incentivar el consumo del AOVE, es muy curioso, cuando alguno de nuestros visitantes, clientes o socios entra dentro de nuestra almazara y le mostramos como se hace el aceite, e incluso tienen la ocasión de probar ese aceite verde de primeros de campaña con ese sabor tan inigualable y característico.

Como les decía, gracias sobre todo a la producción española que superaría el 50% del total mundial, las cifras resultan claras. El aceite de oliva solo representará esta campaña el 1,5% del total de aceites vegetales comestibles. Una cifra irrisoria frente a la palma, la soja o el girasol pero que también muestra todo el potencial de crecimiento en áreas de gran densidad de población como Estados Unidos o Asia.

Sabemos, ya que a través de estos artículos se ha comentado con frecuencia, de lo peligroso que resulta el consumo continuado de bollería industrial, fritos, etc., lo negativo de convertir en hábito alimentarse con productos cuyo ingrediente principal es el aceite de palma, de girasol, de colza, etc., por tanto, ¿por qué no cambia esta dinámica tan perjudicial y destructiva para con nuestro propio organismo?, ¿por qué cuesta tanto discernir entre lo bueno y lo malo para con la alimentación de las personas?

Si además añadimos el peligroso hecho de que este tipo de alimentación encuentra en el niño un consumidor muy interesante, hace que salten todas las alarmas, pues ya se trata de tocarnos la fibra sensible a todos. Es evidente que debemos de comer adecuadamente, la dieta mediterránea es suficientemente rica como para cubrir todas nuestras necesidades culinarias y nutritivas sin pasar por alto el placer gustativo.

Por tanto, apelemos a la cordura que antes mencionaba, seamos conscientes de lo importante que es alimentarse correctamente, lo que mañana seremos depende de lo que hoy hagamos, en este caso comamos, puesto que respecto a la nutrición es superlativo, no es baladí decirlo una y mil veces, alimentación sana, el deporte y los buenos hábitos son la base del éxito, sobre esta piedra angular debemos construir nuestra existencia, no hay otro secreto para vivir bien y ser feliz, no lo olvidéis: “el estómago y el corazón, buenos camadas son”.


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