Carta a una Andalucía quebrada

SILVIA POZUELO JAUT


Hola, Andalucía. Parece que se presentan tiempos convulsos, tiempos en los que nada sabemos de lo que nos aguarda, pero bueno, siempre hemos salido incluso de los momentos más críticos, ¿verdad? Parece que tu pueblo se ha olvidado un poco de ti, o quizás es que no le sonó el despertador a un 41% de andaluces que tenían derecho a voto ese 2 de diciembre. Pero no te preocupes, ya sabes cómo es. Seguro que ahora la mayoría de ellos se arrepienten al ver el resultado, así que no te inquietes. Muchos salen ahora a protestar por las calles, supongo que te habrás fijado, pero ignoran que lo que hay es resultado de unas urnas democráticas, por mucho que duela el panorama político. Siempre nos han dicho que los radicalismos no son buenos, que todos conducen a lo mismo. Pero que a veces la intensa necesidad lleva a la desesperación y cualquier modelo político a priori aciago y denigrante se pinta como un arco iris en medio de la tormenta. Y sí, es verdad que hace largo tiempo que no estás bien pero… ¿Necesitas esto? Sé que no, y muchos andaluces también lo saben. Quizás simplemente necesitas demostrar la cultura y educación que tienes tanto tú como tu pueblo, demostrar que el que se ríe del andaluz solo se califica a sí mismo de necio, mentecato e ignorante. Necesitas que sepan que Andalucía es una tierra de filósofos como Séneca o María Zambrano, emperadores como Trajano, de Grandes Capitanes como Gonzalo Fernández de Córdoba, de Califas como Abd-al-Rahman III, de literatos como Góngora, Bécquer o Machado, de pintores como Velázquez o Picasso, de Premios Nobel como Juan Ramón Jiménez, de luchadoras como Mariana Pineda o María Bellido, de científicas como Carmen Maroto, de músicos como Manuel de Falla o Paco de Lucía, o deportistas como Fernando Hierro y Carolina Marín. De presidentes del gobierno como Emilio Castelar o Felipe González. De gente hospitalaria, gentil y cultivada. Y que se comprenda que esta lista siempre se quedará corta. Necesitas que el 41% de personas que decidieron quedarse en casa el domingo comprenda que la abstención no es la solución, que durante siglos y siglos se ha luchado por un sistema político que tuviera en cuenta a los ciudadanos como para rechazar ahora esa participación, a la espera de ver cómo nos gobiernan. Y por supuesto, la abstención es un derecho. Pero una cantidad tan alta de renuncia al voto solo puede significar el completo desinterés por una situación política que se nos va de las manos. Tanto, que parece que algunos ya confunden el rayo y el trueno con el arco iris.

Andalucía, sosiégate. Tu pueblo te quiere. Solo necesita una mejora, y al fin y al cabo ya sabes, siempre hemos salido adelante. Andalucía, necesitas conocer tu historia, necesitas mirar a tu pasado y reconocerte en tantos pueblos que forman parte de ti, necesitas mirar a otros pueblos y reconocerte en ellos, porque has acogido y a la vez has sembrado tu semilla en otros lugares. Y por eso, Andalucía, siempre has sido tolerante, siempre has comprendido la diversidad, y la has hecho tuya. Necesitas precisamente ahora, que se cumplen cuarenta años de la Constitución, saber cuantísimo lucharon nuestros antepasados y no tan antepasados por conseguir la consideración en el gobierno, y necesitas olvidar algunos tragos amargos de los que hace ya más de ochenta años. Necesitas un cambio, sí. Necesitas olvidar esos vocablos que están a diario en la televisión, Izquierdas… Derechas…. ¿Qué más da? Son solo términos obsoletos que dividen a la población, y Andalucía, cuando tu pueblo se une, es imposible de parar.

Fuerza, Andalucía. Cultura, Andalucía. Educación, Andalucía. Cambio, Andalucía. Saldremos de esta. Pueblo andaluz, recuerda. Recuerda lo importante de conocer el pasado, para no repetirlo. Recuerda, el extremismo nunca es bueno. Y acuérdate, el día de las elecciones, es un día de fiesta. Un día en el que has de salir a celebrar tu derecho a voto. Andalucía, estamos contigo.


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