Sabino y el arte de sentir

EMILIO GÓMEZ
(Periodista-director)

Cuando presentaba Sabino el cartel que ha pintado para anunciar Nuestra Virgen de Luna y hablaba de su madre, decía que no es lo peor que se te vaya un ser querido sino lo que se le echa en falta. Y es verdad. Los buscas por todos lados y no los encuentras. No está en casa. No está al teléfono ni en la puerta esperándote. Hasta que te das cuenta de que está dentro. De ahí nunca se fueron.

Sabino quiere sacar de dentro esos diálogos suyos y ese amor que le tiene a su madre. Esa fuerza interior que le acompaña. Mezcla de alegría y nostalgia. Y pinta todo eso. Ni que decir tiene que es puro sentimiento lo que de allí sale. Lo comprobamos el pasado viernes. Un cartel hermoso y bien presentado. Demostró además que el sentimiento se puede explicar. ¿Cómo se hace? Abriendo el alma de par en par. Este hombre encuentra ‘cosas’ en donde parece que no hay nada.

Hace unos meses, Sabino me llamó. Me dijo que estaba pintando el cartel de la Virgen de Luna y que, de repente, le vino el recuerdo de mi hermano Antonio. Le dio ese pellizco que a veces te da el alma sin saber el porqué. Lo pintó dándole la luz de una estrella.

La presentación tuvo lugar en la capilla de Jesús Nazareno. /SÁNCHEZ RUIZ


Cuando descubrieron el cartel supe el porqué. Lo primero que vi fue el lucero y sabía que era el que representaba a mi hermano. Lo sabía, a pesar de que había muchas estrellas. Uno siempre reconoce a los suyos incluso cuando ya se han ido. A veces, ocurren cosas que no nos explicamos. Ocurren sin más. Esta noche me ha pasado a mi identificando ese lucero con el que mi amigo había pintado a mi hermano. Ni que decir tiene que el cartel es una obra estupenda. Primero porque Sabino es un gran pintor, lleno de talento (que le rebosa por todos lados). Y segundo porque en el cartel están sus recuerdos, sus experiencias, sus imágenes, sus sufrimientos y sus alegrías. Los suyos y los de los demás. Hace tiempo que Sabino sabe bien que dándose a los demás se encuentra la verdad y el camino.

En realidad, él siempre fue un hombre entregado a lo que hacía, a su familia y al que lo conocía. El cartel está lleno de personas (unas que están y otras que se fueron). El secreto del cartel está en la gente, en las personas y en lo que representan. Utiliza símbolos con alma. Seres que han vivido lo que nosotros estamos viviendo. Todos vamos haciendo el camino como su pintura refleja, todos caminamos hacia el Santuario y hacia la vida. Y en ese camino está el secreto. Con la Virgen al fondo de todo. Ella alumbrando y guiando metida en una gran luna que es la que vemos cuando miramos al cielo para verla a ella y ver a los nuestros.

Enhorabuena a Sabino por llenar la Capilla de Jesús Nazareno de gente y de emoción. Gracias por acordarte de mi hermano. Ya sabía que esta noche sería grande. Como le decía a mi padre, darle un pincel y un micrófono a Sabino es darle a la palanca que te hace creer en la vida, esa que él disfraza de arte aunque a veces ni lo sepa. 


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