La Semana Santa de Pozoblanco, una de las más antiguas de Andalucía. Reclamando lo nuestro

ARTURO LUNA BRICEÑO


Luis Fernando Palma, Cronista Oficial de Lucena dice sobre un trabajo sobre “El Crucificado de la Cofradía lucentina de la Vera Cruz”: ”Aranda Doncel distingue tres etapas bien diferenciadas en la evolución histórica de las cofradías de la Veracruz en la diócesis de Córdoba durante los siglos XVI al XVIII. En la primera tiene lugar el nacimiento e implantación de las hermandades de esa advocación, un fenómeno que abarca desde los años treinta hasta la década de los ochenta de la centuria del quinientos. La segunda engloba el siglo XVII y el primer tercio del siguiente y corresponde al auge de la etapa barroca. La última corresponde al periodo 1740-1820 y lo más destacado de esta etapa es la posición crítica de los obispos a la celebración tradicional de la semana santa.

Las cofradías más antiguas de semana santa son las de la Veracruz, que surgen estrechamente ligadas a los franciscanos. La fecha que podemos considerar como de partida en la institución generalizada de las corporaciones veracruceñas es 1536, fecha en la que Paulo III concede indulgencias a la hermandad de la Veracruz de Toledo”

El rector de la Parroquia de Santa Catalina, Pedro González Franco, más conocido como “Pero Franco”, hizo en los primeros veinte años del siglo XVI una gran amistad con Juan Ginés de Sepúlveda. Amistad que se agrandó cuando el Cura Pero Franco, se prestó a sufragar las segundas pruebas de sangre. Pruebas que le exigió el Colegio de San Clemente de Bolonia al clérigo Juan de Sepúlveda, que ingresó con beca de pobre, para continuar en el Colegio. Si en el plazo de un año no las tuviera hechas sería expulsado. Pero Franco y Bartolomé de Sepúlveda, tío de Juan Ginés y escribano público de Pozoblanco, consiguieron hacerlas. Y Juan Ginés pudo continuar sus estudios en San Clemente, y ese reconocimiento se lo tuvo de por vida a “Pero Franco” 

Carta deL Cardenal Cisneros para Juan Ginés de Sepúlveda. En ella se dice que es de Pozoblanco.


En los primeros treinta años del siglo XVI, Pozoblanco dejó de ser el pueblo de treinta casas que era cuando nació Juan Ginés en 1490, y Pero Franco se afanó en hacer una iglesia nueva para dar cobijo a los 390 vecinos pecheros y sus familias que tenía Pozoblanco en 1530. De esa iglesia primitiva no conocemos noticias, pero sí de la que hizo el rector. Y para dotarla recibió asesoramiento de su amigo Sepúlveda a la vez que regalos de imágenes. Ambos trabajaron en la fundación de las Cofradías. Dos de éstas estaban encargadas de organizar la semana santa: La Cofradía de la Vera Cruz y la Cofradía de la Caridad. La Parroquia de Santa Catalina se acabó de construir en 1530, año en que fue inaugurada y dotada de todo lo necesario para atender a fieles y cofradías. 

Carta de recomendación del Cardenal Cisneros para ingresar en Bolonia Juan Ginés de Sepúlveda.


La Cofradía de la Vera Cruz fue la predilecta de Juan Ginés de Sepúlveda. Todos los historiadores de las Cofradías o Hermandades de esta advocación coinciden que fueron creadas por los franciscanos, principalmente para celebrar y revivir la pasión de Jesucristo hasta ser crucificado y muerto en la Cruz. Y los historiadores de las Cofradías de la Vera Cruz, entre ellos Aranda Doncel, coinciden en fechar las fundaciones en 1536, porque ese es el año en que el Papa Paulo III le dio bula, a propuesta del Cardenal Quiñones, Cardenal de la Santa Cruz, a la Cofradía de Toledo. Pero años antes, en 1529, según Rafael Ramírez Arellano en su “Ensayo de un catálogo de escritores de la provincia de Córdoba con descripción de sus obras” en su página 621 publica las Actas Capitulares de la Catedral de Córdoba y con fecha del Lunes 4 de Octubre de 1529: “Este día… pareció personalmente Francisco de Aponte en nombre y como procurador de Joan Ginés de Sepúlveda, Maestro en Sacra Teología, estante en Roma e familiar del Reverendísimo Señor Cardenal de Santa Cruz, y presentó a sus mercedes unas bulas apostólicas y breve de su Santidad el papa Clemente séptimo y una carta del dicho señor Cardenal para el Cabildo y requirió a sus mercedes en nombre de su parte le dieren la posesión y colación de la ración que vacó en esta Iglesia por fin y muerte de Alonso Pérez de Guzmán familiar de su Santidad en corte romana, y por razón del concierto que con su señoría el Señor Obispo de Córdoba y con su Cabildo, el procurador de dicho Juan Ginés de Sepúlveda tomó a cinco de mayo de 1529, próximo pasado…” 

Cruz del Molino del Viento, 1906.


Juan Ginés de Sepúlveda se incorporó al sequito del Cardenal Quiñones, franciscano e íntimo de Carlos V, en 1.528, y entre otros trabajos para el Cardenal de la Santa Cruz, hizo el breviario sobre el que hicieron su fundación y estatutos todas las Cofradías y Hermandades de la Vera Cruz en el Siglo XVI. Juan Ginés fue el primer Canónigo de la Santa Cruz (la Vera Cruz) en la Catedral de Córdoba. Plaza que ocupo hasta su muerte. 


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