Un planeta en descomposición física y de sentimientos

MIGUEL CARDADOR LÓPEZ
(Presidente-Editor)


Desde el análisis y documentación de estos días estivales de vacaciones, hoy quiero dejar una reflexión a cada persona que lee este artículo. El centro del mismo es el completo desequilibrio que existe en nuestro planeta a todos los niveles, pero que dentro de este, siempre se llevan la peor parte los más débiles.

Mientras que de una parte el 20% del total de la población son millonarios que viven en la abundancia, el 80% restante se divide en, por lo menos, 10 clases sociales, que van desde la clase media de los países considerados como desarrollados, que es la más alta, y de ahí bajando peldaño a peldaño hasta llegar a los que no tienen nada, ni vivienda, ni trabajo, ni vida social y comen gracias a las entidades no gubernamentales, que son personas que tienen un mínimo de solidaridad y trabajan de forma desinteresada por aliviar la vida de este último escalón de la sociedad.

A todo esto le siguen los que viven en países subdesarrollados, o que teniendo riqueza interna están gobernados por dictadores, muchos de los cuales se proclaman de izquierda progresista, y bajo su yugo tienen a la mayoría de la población en la más absoluta pobreza. Aquí el guarismo es de un 10% los que viven muy bien y el 90% que se las ve y se las desea para poder comer dos veces al día.

Estas personas desconocen lo que es una vivienda en condiciones, comida de calidad y variedad, vacaciones, armarios con ropa adecuada, coches, una digna sanidad, etc.

Por desgracia, cada año que pasa, en lugar de subir algo su posibilidad de bienestar, se da todo lo contrario, produciéndose una brecha más amplia para poder alcanzar una vida que cubra sus mínimos elementales.

Por otro lado la Naturaleza está siendo atacada con todo tipo de agresiones al sistema natural, sin ninguna consideración, con tala indiscriminada de árboles, contaminación de tierra, mar y aire, perforaciones sin límites, profusión de incendios devastadores, emisión continuada de gases de efecto invernadero, merma de la biodiversidad y riesgo de extinción masiva de especies, etc.

Olvidándonos de que la Naturaleza, aunque no lo creamos, tiene memoria y respuestas, y sin lugar a dudas se defenderá ante tanta agresión.

Pasarán 100 o 1000 años, pero de lo que estoy seguro es de que todo esto tendrá consecuencias muy negativas, incluso me atrevería a decir más, podrá darse un gran cataclismo, por el desequilibrio que existe a todos los niveles.

En este mes de verano que están en auge los fichajes de los jugadores de fútbol de los equipos de primera división de las ligas más poderosas del mundo como Inglaterra, España, Italia, Francia y Alemania, se manejan cifras mareantes. ¿Cómo puede ganar un futbolista de los considerados Top, 90 millones de euros al año, entre salario y derechos de imagen? Esta es la cantidad que ganarían 500 personas con un trabajo considerado como bueno en toda su vida, teniendo una vida laboral de 38 años.

Pero no crean que las penalidades no existen en nuestro entorno, en nuestros pueblos, en nuestra provincia, en nuestro propio país.

La semana pasada quise comprobar y conocer de primera mano cómo en Pozoblanco, en la casa que tiene la organización “Proyecto Hombre” en la calle Alfareros nº 14, están pasando por serias dificultades. Su presidente, José María Molina, me comentaba que en la actualidad tiene 8 residentes con variedad de adicciones, haciendo hincapié en que aunque consideramos habitualmente la droga ilegal como la peor, es el alcohol la que más mata.

Después de 5 años en esta casa se ven obligados a abandonarla porque los vecinos llevan un tiempo reiterando sus quejas al propio alcalde Santiago Cabello, y movilizándose para que la misma se cierre. Será cuestión de semanas el que esto se produzca.

José María me comentaba que algunos de los residentes no tienen donde ir, ya que unos no tienen familiares directos y los que tienen alguno no quieren saber nada de ellos.

A todos se nos llena la boca (y a mí el primero) de que no somos racistas, de que somos solidarios, etc. Somos solidarios pero a distancia, y mejor que no vengan personas con determinadas dificultades o problemas a nuestra calle ni a nuestro entorno.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Pozoblanco debe poner todos sus esfuerzos en encontrar una vivienda digna para estas personas, en un entorno de periferia o incluso más retirado, como podría ser parte de la construcción de Pedrique, lugar que está infrautilizado. Después de más de 25 años de su adquisición, y habiéndonos costado en todos estos años más de 350 millones de las antiguas pesetas, ya es hora de darle algún uso provechoso, porque ésta se puede considerar la inversión más ruinosa en los últimos 60 años, ya que no ha aportado nada a los pozoalbenses.

También José María me contaba que en estos cinco años han sido más de quince personas las que se han reinsertado en la sociedad, llevando una nueva vida en todos los sentidos.

Qué satisfacción más grande se puede sentir al recuperar a una persona que estaba estigmatizada y enferma, sin futuro, y que, casi como un milagro se tratase, vuelve a la vida digna y saludable que por un periodo más o menos prolongado perdió.

El tiempo se les acaba, y por ello urge encontrar una vivienda para que los que actualmente están (y los futuribles), primero tengan un sitio donde poder estar y segundo puedan ver un rayito de luz en el túnel oscuro en el que están metidos.

Hace unos días también quise conocer de primera mano el gran trabajo que realiza la Asociación de Encuentro y Acogida al Toxicómano (ADEAT), que cumple 20 años de su fundación y se encuentra en el Sector Sur de Córdoba, uno de los barrios más pobres y problemáticos de la capital.

En este barrio se dan unas grandes tasas de desempleo, abandono escolar, delincuencia y todo tipo de adicciones.

El trabajo va enfocado a reducir el daño de las adicciones, dándoles cuestiones básicas de higiene personal, alimentación, ropa, etc. Tienen tres comidas diarias, taquillas para guardar sus pertenencias, acceso a ducha y un servicio de ropero. También se organizan talleres y sesiones formativas y se les ofrecen citas con los psicólogos y trabajadores sociales. Todo este servicio se presta durante el día porque a partir de las nueve de la noche se cierra, sin tener donde quedarse la mayoría. Durante la noche duermen en cajeros, parques, obras abandonadas, etc.

Esta asociación atiende a 50 personas diarias, teniendo una base de datos de más de 300.

Todas estas personas que están sin hogar viven en la más completa invisibilidad.

A la mayoría se nos llena la boca de solidaridad, pero a la hora de la verdad se queda solo en eso, en palabras, porque lo único que hacemos es dar un pequeño donativo y que estén mientras más lejos mejor.

En la actualidad nuestro planeta, como decía en el inicio, camina hacia el precipicio con los desequilibrios y barbaridades que están ocurriendo.

Con una sociedad reflejo del planeta y también con graves desequilibrios, y donde, en la actualidad, cualquiera de las mascotas que tenemos en nuestras casas vive mejor que la mitad de los habitantes del mundo. Y lo digo de primera mano y doy fe por mí mismo, reconociendo además que nuestro perro de raza husky, llamado Zeus, se encuentra entre los ejemplos que menciono.

No sé si conocer de cerca la situación vital tan precaria e injusta de muchas personas y meditar sobre lo que está ocurriendo actualmente en el mundo me ha conducido a tener ahora mismo pensamientos muy pesimistas. Y ojalá me equivoque, pero creo que las generaciones venideras van a tener una herencia muy pero que muy difícil, con más aspectos negativos que positivos para vivir.

Como decía el gran actor cómico Groucho Marx, “Paren el mundo que yo me bajo”.


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