La chica que no se cansa de ganar

EMILIO GÓMEZ
LOS PEDROCHES 



Carmen Romero no se cansa de ganar. Este domingo en tierras alicantinas conquistó su tercer título nacional, demostrando que es muy buena compitiendo. Sabe sufrir. Mucho.Tiene un carácter indomable y es una ganadora nata.

Siempre tuvo ese amor propio para desafiar al mundo con un talento especial. Ese afán suyo por ganarlo todo es espectacular. Es como si se comiera la vida a bocados. No solo es que lo gane todo, sino el ejemplo que deja: Demostrar que no hay que rendirse ante los retos que parecen imposibles. Ella asume metas deportivas cada vez más complicadas.

Romero puede con todo. Constancia, perseverancia y creer. Creer mucho para conquistar el objetivo. En la competición se transforma. Las ganas, la ambición y el aroma de la competición le hacen volar. Sus fuerzas son inmensas. No conoce la debilidad. Indestructible en la pista y una chica normal en el día a día, una chica que estudió en la universidad, que vive y disfruta de la vida, además de entrenarse duro que pelea en la pista para estar al cien por cien. Sin tiempo que perder siempre.

Los momentos históricos son, a veces, de lo más extraño pues ayer hubo que acudir a la foto finish para que Carmen lograra un título que no tenía: el de los 400 metros vallas. Dominó desde principio aunque Sonia Nasarre apretó al final aunque no pudo con ella. Es complicado ganarle. Así lo dice su trayectoria. “La leyenda de Carmen Romero continúa creciendo”. Ella no tiene límites. No se cansa de ganar. No me canso de decirlo. Porque es así. 


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