Pongamos que hablo de vivir (LVII). Fertilización del olivar (parte II)

JOSÉ ANTONIO CARBONERO FERNÁNDEZ
(Técnico de la Cooperativa Olivarera Ntra. Sra. de Luna de Vva. de Córdoba)


Muchas veces la adversidad se cierne oscura sobre nosotros, nos desesperamos o nos derrumbamos antes cualquier circunstancia negativa, pero si algo debemos saber y tener claro es que siempre hay un motivo para levantarse y continuar adelante. Verán, la lucha que mueve nuestro día a día, la existencia en el mundo, no es otro recurso que nuestra propia fuerza interior, pues de nosotros depende toda energía, esta frase lo sintetiza bien: “Comienza haciendo lo necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible”.

No se trata de un discurso motivador, lo que sucede es que a veces es de las situaciones esquivas de las que más se puede aprender, y de ese modo hacerse fuerte, si se cierra una puerta que antes estaba abierta, hemos de intentar abrir otra, de manera de que nunca debemos conformarnos, dejar de buscar, dejar de pelear, luchar por un objetivo, en una u otra dirección debemos de perseverar en nuestro esfuerzo para llegar a conseguir nuestros objetivos.

Tal y como se encuentra el sector oleícola español, es fácil rendirse o bajar los brazos, pero nada más lejos de la realidad. Ante las diferentes adversidades planteadas, hemos de buscar soluciones, en forma de nuevos mercados, nuevos retos, nuevas oportunidades que nos devuelvan a una posición fuerte dentro del sector. No se puede estar siempre dependiendo siempre de otros, el sector productor debería agruparse y centralizar su producción, haciéndose respetar en un mercado que en este momento esta desgraciadamente muy atomizado, lleno de pequeños vendedores que maltratan el producto y en consecuencia, su precio.

Con el AOVE (Aceite de Oliva Virgen Extra), como suele pasar con casi todo en la vida, sucede que si no te mata, te hace más fuerte. Pues quizás de ahí, es de donde deba sacar la fortaleza necesaria nuestro sector. Sector que debería mostrarse bien cohesionado a nivel Cooperativo, Empresarial, Institucional y Político, hacerse potente y erigirse en una sola unidad, que sea capaz de controlar de una vez por todas, el mercado, la calidad, el tipo de AOVE y su precio, puesto que somos los principales productores, lo lógico es que así fuese. Quizás sean cantos de sirena, pero mucha familias comen gracias a este sector, por ejemplo, las diferencias entre un olivar de la campiña y la sierra son evidentes en todos los aspectos, pero ni siquiera se matizan a la hora de manejar el producto obtenido. Sí este cultivo no es rentable en la campiña, que creen que pensará un agricultor de la sierra de los Pedroches o la sierra de Granada al escucharle.

Dicho lo anterior, en este artículo quería dar algunos datos sobre el momento óptimo de la recolección en el olivo, una decisión de gran importancia que marca una campaña entera. Según un estudio realizado por el IFAPA de Jaén y Córdoba, y el Instituto de la Grasa, CSIC de Sevilla1, la determinación secuencia (1) del rendimiento graso en seco durante el otoño es la mejor estrategia a seguir para determinar el momento más adecuado para la recolección.

Antes, la recolección se solía iniciar en diciembre, aunque esta tendencia está cambiando en los últimos años, debido a la modernización de las almazaras, los nuevos sistemas de cultivo y la búsqueda de la mayor calidad en el AOVE (lo que se denomina aceites verdes de inicio de campaña). Por cierto lo de primera prensada es en cierto modo un cliché, pues el aceite ya no se presa, sin que es obtenido de otro modo. Sin embargo, no existe un criterio ideal para determinar el inicio de campaña de recogida de aceituna, coexistiendo los criterios más antiguos (color de la aceituna) con los actuales (rendimiento graso en seco).

Como les decía, este estudio llega a la conclusión de que la mejor forma de saber cuándo debemos empezar la recogida es el que nos marca los valores de rendimiento graso en seco en otoño. Cuando este valor se estabiliza es el momento adecuado, no se recomienda que esperemos más, pues según este estudio, un aumento del mismo en el tiempo supone un perjuicio cara a la calidad del AOVE. Los laboratorios, cuando realizamos una analítica, nos suelen presentar datos de rendimiento graso en fresco y en seco.

Por tanto, en una analítica, debemos constatar los siguientes datos: el rendimiento graso total sobre muestra húmeda es óptimo a partir del 20 %, el rendimiento graso sobre muestra seca es óptimo a partir del 45 % y la humedad de la aceituna debe tener un valor menor del 55 %, estos tres parámetros son que determinan la época de recolección de la aceituna.

En fin, como les comentaba al principio, poco se escribió de los cobardes, hemos de luchar todos en pos de un objetivo común que conduzca al reconocimiento de un producto excelso, de gran calidad, ubicado en un paraje inigualable y que es el motor de esta y otras muchas comarcas de nuestro territorio, ¿Les parecen pocos motivos como para no protegerlo, preservarlo y cuidarlo?, creo que la respuesta es evidente.


(1)  Investigadores IFAPA Y CSIC: Raul de la Rosa, Juan Cano, José Francisco Navas, Carlos Welland, Carlos Sanz, Ana G. Pérez, Lorenzo León. 


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