Estamos en manos de inmorales

ANTONIO JIMENO MÁRQUEZ


Hace unos años, cuando en Pozoblanco se adivinaba una moción de censura contra Baldomero García, me hice en voz alta estas preguntas: ¿Cuántas veces hemos solicitado a los políticos que se comporten de manera ética? ¿Cuántas veces hemos dicho que no todo vale, que el fin no justifica los medios? ¿Cuántas veces hemos leído y escuchado que esta crisis lo es sobre todo de valores? ¿En qué queda la palabra dada? Y la ética, dónde queda la ética y el respeto al ciudadano, atónito e indefenso a lo que está aconteciendo? ¿Y si no es ético, por qué se ha hecho o se cree conveniente? ¿Es todo esto que escribo progresista o reaccionario? ¿Dónde está el ejemplo de la obra bien hecha que debemos mostrar a nuestros hijos? ¿Dignifican estas actitudes la política y a los políticos?

Estas mismas preguntas nos las podemos hace ahora, instantes después de que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias hayan sellado con un abrazo un pacto de gobernabilidad. ¿En queda la palabra del que va a ser Presidente del Gobierno de España que hace tan solo unas semanas aseguró que no podría dormir tranquilo con un gobierno en el que estuviera Podemos? ¿En qué medida se insulta a los ciudadanos proponiendo unas carísimas nuevas elecciones por interés partidista? ¿Dónde queda la ética y la moral que dé ejemplo para mejorar la sociedad?

Joseph Ratzinger, papa emérito además de intelectual extraordinario, sostiene que La liberación respecto a la moral no es otra cosa que una liberación hacia la tiranía y que tenemos que volver a concebir la razón moral precisamante como razón, y considera que hay que afirmar el predominio de la ética sobre la política y reforzar el control jurídico y moral del poder, pues la misión de la política es poner el poder bajo el escudo del derecho.

Desgraciadamente, el relativismo en el que vivimos permite que los dirigentes políticos sean capaces de decir hoy una cosa y mañana la contraria sin ni siquiera avergonzarse por ello. Nada vale hoy un apretón de manos, mucho menos la palabra dada. Estamos en manos de inmorales. Cuidado. 


1 comentario :

  1. ya que hablamos de inmorales

    https://www.lavozdelsur.es/el-andaluz-que-queria-ser-un-facha-pobre/

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