La inutilidad de la mayoría de mociones institucionales

MIGUEL CARDADOR LÓPEZ
Presidente-Editor



Se ha puesto de moda en muchos ayuntamientos en cada pleno municipal el llevar cada partido mociones dirigidas o bien al Gobierno central o al autonómico. Si el que gobierna es del PP las dirige al gobierno central y si es el PSOE o IU o Podemos, los hace al autonómico.
Con todos mis respetos, las mismas no sirven para nada, pues esto es como si yo pusiera una pancarta en el balcón de mi casa reclamando, por ejemplo, que en la prestación de desempleo se cobre el 80% de la base de cotización todos los meses a los que tenga derecho el solicitante.
En el Ayuntamiento de Pozoblanco, en los plenos municipales, se ha entrado en una vorágine de mociones que se comen casi el 40% de lo que dura el pleno. Aquí el Equipo de Gobierno, junto al representante de Ciudadanos, dirigen las mismos al Gobierno de la nación, mientras que el PSOE e IU lo hacen a la Junta de Andalucía. Además, la mayoría de ellas, vienen preparadas desde los órganos provinciales, que son los que les dan por escrito las órdenes de lo que tienen que proponer como moción, con lo cual queda aún más inútil, además de escenificar un servilismo bochornoso.
Como digo, desde mi modesta opinión, esto es perder clarísimamente el tiempo discutiendo sobre el sexo de los ángeles y hacer un brindis al sol marcado por un sesgo ideológico y sectario clarísimo, y una pérdida absurda de tiempo que no se dedica a lo que sí se puede mejorar en el ámbito local, que es lo que realmente les incumbe y compete a los corporativos y lo que está en sus manos y afecta a la ciudadanía en el día a día.
Asimismo, he podido observar en los últimos plenos una deriva negativa, pues se protagonizan a veces “espectáculos” muy poco edificantes que cada vez más se van pareciendo a cualquier programa indecente de la telebasura. Mucho más indecente si además se incorporan a dar esos “espectáculos” algunas personas entre el público asistente que demuestran una gran escasez de respeto y educación.
También ha quedado muy claro que la portavoz del PSOE, Rosario Rossi, y el representante de IU, Miguel Ángel Calero, han aunado y unificado sus criterios en su objetivo de desgastar principalmente al alcalde. Prueba de ello son las repetitivas palabras de la joven Rosario que repite insistentemente la frase “como dice mi compañero de Izquierda Unida”. Con lo cual, creo yo, que lo más acorde a lo que manifiesta y siente, es que estuviera sentada en la bancada de enfrente, junto a su compañero de ideales.
Por otro lado, Miguel Ángel Calero, político comunista desde que tiene uso de razón, como sabe que nunca va a gobernar, y sabe asimismo que tiene también a su disposición en los plenos el gran escaparate que supone la cámara de televisión, dirige el 80% de sus “misiles” verbales a Santiago Cabello, con el único objetivo de que éste pierda los papeles, utilizando todas las tretas, en algunas de ellas con tal vehemencia que raya lo chabacano.
Creo sinceramente que ambos partidos están más preocupados en los plenos por la representación frente a la cámara de televisión que de centrarse en los verdaderos problemas de Pozoblanco.
En la legislatura de 1995-1999, coincidí como concejal con Miguel A. Calero, siendo alcalde Antonio Fernández Ramírez. Entonces no existía la televisión, que sumada a la intransigencia del alcalde, hacía que el Sr. Calero no manifestara entonces contra él ni una décima parte de la dureza que exhibe hoy, ni tampoco el exacerbado y extravagante afán de protagonismo que ahora manifiesta en cada pleno, pues ni mucho menos acaparaba entonces la enorme cantidad de tiempo que consume en la actualidad, cuando en aquella época su grupo tenía el doble de representación con dos concejales.
Desde mi punto de vista, el PSOE e IU tienen que asumir de una vez que entre ambos partidos suman 6 concejales, y que el equipo que gobierna tiene 10 y muchísimas veces tiene 11, con la suma del apoyo de Ciudadanos. Esto es lo que han votado los ciudadanos, y cuanto antes lo asuman, mejor les irá de cara a la ciudadanía en general.
Por otro lado, para mí, el alcalde tiene que hacerse valer dentro de los instrumentos democráticos que le asisten como alcalde con una mayoría aplastante, porque si no lo hace, parte del tiempo de los plenos se va a convertir en un espectáculo deleznable y pueril.
Los que gobiernan, valorando e incluso aceptando sugerencias y propuestas interesantes que puedan venir de fuera, tienen que dedicarse a resolver los temas importantes, como la residencia de mayores, la ampliación del Polígono Industrial de la Dehesa Boyal para vender el metro cuadrado a precio de costo, ver qué se hace con la ruina económica de Pedrique, bonificar las altas de autónomos, ver cómo va a funcionar el centro empresarial, etc., y también, lógicamente, los de menor envergadura de funcionalidad diaria.
Mientras que la oposición debe centrarse en fiscalizar y controlar la labor de gobierno, sin por ello dejar de apoyar por prejuicios de tipo ideológico y sectario, lo que es objetiva e inequívocamente bueno para Pozoblanco. Porque de seguir así, el que más tiene que perder es el Partido Socialista, ya que si Rosario Rossi cree que el mejor camino de actuación es ir a rebufo y unirse sistemáticamente al portavoz de IU, se encamina a dejar patente que los tres miembros del partido que la escogieron como cabeza se han equivocado rotundamente, y segundo que le va a hacer una resta a un partido de tanto peso como el socialista, el que más ha gobernado en la democracia con diferencia.
En cualquier caso, lo prioritario en la actuación tanto del Equipo de Gobierno como de los partidos de la oposición, es que su actuación esté presidida siempre por la buena fe, el sentido común y el objetivo de gestionar los recursos públicos de la mejor manera posible para encontrar la prosperidad de Pozoblanco y los pozoalbenses. Y, en mi opinión, ciertas actuaciones y espectáculos nada edificantes muy poco tienen que ver con la búsqueda de esa prosperidad. 
Porque la prosperidad, el bien común y el interés general, salvando las lógicas y legítimas discrepancias que pueda haber, se podrá encontrar mejor con talantes y posturas encaminadas a buscar la unidad, la concordia y la cooperación, y no con talantes y posturas instaladas ya de antemano, permanente y sistemáticamente, en la confrontación, la discordia y la división. Y, aunque muy poco aplicado en la actualidad, lamentablemente, este es el principio básico y fundamental que debían tener muy claro todos los que se dedican a la actividad política, ya se encuentren eventualmente en tareas de gobierno o en tareas de oposición.
Termino como empecé, reiterándome en mi opinión, como creo sinceramente piensan muchos ciudadanos, que los cuatro partidos con representación en el Ayuntamiento de Pozoblanco se dejen de mociones banales y absurdas de ámbito muy superior al municipal, que solo conducen a controversias manifiestamente improcedentes en el desarrollo de una gestión local y a rifirrafes marcadamente ideológicos y sectarios que implican perder miserablemente el tiempo. Que los 17 ediles se dediquen a dejarse toda la energía en solucionar las cosas que sí están en sus manos y que dependen de ellos.
Aquí se puede aplicar lo que expresa reiteradamente el gran actor cómico José Mota, cuando dice aquello de “si hay que ir se va, pero ir ‘pa na’ es tontería”.
Pues eso, que si hay que hacer una moción, bien está, pero hacer mociones por hacerlas es una gran tontería.

1 comentario :

  1. Aunque su artículo parece ecuánime y moderado, no deja de ser en absoluto partidista: para empezar, se olvida de la moción más inútil (y seguramente dictada desde Génova 13): la que propuso el gobierno municipal en apoyo de las fuerzas de seguridad frente a los disturbios en Cataluña. Olvida también que el actual alcalde intenta impedir la labor de la oposición incluso negando el turno de palabra cuando legítimamente le corresponde a un concejal de la oposición. Pasa por alto que las críticas al alcalde por parte de la oposición no van a la persona, sino a los dos cargos que se reparten la gran mayoría de responsabilidades del gobierno municipal: alcalde y primer teniente de alcalde. Tampoco parece constarle (es comprensible) la poca pluralidad de los medios de comunicación locales, la mayoría dependientes de la publicidad institucional y de las subvenciones municipales, por lo que prácticamente la única oportunidad de la que disfruta la oposición para exponer sus propuestas y cuestionar la labor del gobierno municipal son los plenos.

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